viernes, 25 de mayo de 2012

Madre en evolución

Cuándo me quedé embarazada me vi simplemente como madre de un bebé, pensé en lo primero que se me iba a venir encima: parto, pañales, alimentación... y lo hice a corto plazo, como es normal, porque la cabeza no me daba para nada más. Nació mi hija y apliqué todas esas cosas que tenía en la cabeza, algunas salieron como las habíamos pensado, otras no. Y pasa el tiempo, un tiempo que en esos primeros momentos corre muy rápido, vuelan los días. Veiamos como su cara cambiaba de un momento a otro, iba dejando atrás la ropa que lavé y preparé con mimo durante el embarazo y que ahora está en cajas etiquetadas de cero a tres meses, de tres a seis... cada dia aprende una cosa nueva, te sorprende con una nueva habilidad que no sabes de dónde habrá sacado. Creo que he disfrutado mucho de los primeros meses de mi hija, pero han sido vertiginosos, quizás el haber estado mala durante mes y pico ha contribuido a espesar esa neblina que rodean nuestros primeros recuerdos. Ahora las cosas van más despacio, me da más tiempo a digerirlo todo.

Y en este momento es cuándo me paro a pensar que muchas preocupaciones, muchas teorías que llenaban mi cabeza son tan efímeras como la talla de su ropa. Las cosas que me sirvieron para un bebé de pocos días, no me van a volver a servir nunca en la vida de Emma, quizás ni siquiera con otro hijo, porque puede que sus necesidades sean diferentes de las de su hermana. Y me veo en la necesidad de evolucionar, de buscar más información sobre otras etapas de la vida de mi hija, a las que ella va a ir llegando poco a poco. Ahora la teta sirve para todo, consuelo, alimentación, es un nexo de unión entre las dos, y aunque queda mucho tiempo para plantearme el destete, creo que me tendré que ir adaptacdo poco a poco a tener otros tipos de relaciones con mi hija, a enriquecerla, a ofrecerle consuelo de mil maneras para poder estar ahí para ella, acompañándola de la forma que ella necesite en cada momento. Si quiero  estar para Emma, tengo que crecer con ella, ir adaptándome. Quiero aprender cada día más cosas sobre crianza, quiero tener las teorías en mi cabeza, porque me siento más segura con ellas, aunque luego las adapte, las utilice o no lo haga, pero me llenan. Me gusta escuchar cómo otras madres van resolviendo conflictos a los que probablemente me tenga que enfrentar en un futuro, y para eso mi tribu 2.0 me resulta imprescindible: cómo quitarle el pañal, cómo lidiar con una rabieta para que aprenda a gestionar ese sentimiento tan desbordante, qué hacer con el colegio, si va mal, si va bien...

Por eso crecemos como madres, porque día a día tenemos que adaptar nuestra vida, nuestra cabeza y hasta nuestro cuerpo y en definitiva nuestra alma a ese pequeño que va creciendo día a día y que nos necesita de mil maneras diferentes. Soy una madre y soy un millón de madres a la vez. Y quiero estar con Emma a lo largo de su vida como un soporte al que pueda agarrarse cuando lo necesite pero sin agobiarla, sin volcar en ella mis miedos, mis expectativas, sin interferir, pero teniendo la seguridad de que cuándo lo necesite siempre estaré allí para ella. Por eso es importante que crezca con ella y en función de ella. Y que cuándo crezca pueda caminar sola, fuerte, decidida, gracias a una base sólida que habremos establecido juntos su padre, ella y yo. Porque como decía el poeta Khalil Gibrán:

Tus hijos no son tus hijos
 son hijos e hijas de la vida
deseosa de su misma.
No vienen de ti, sino a través de ti
y aunque estén contigo
no te pertenecen.

Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos, pues,
ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas, porque ellas
vivien en la cas del mañana,
que no puedes visitar,
ni siquiera en sueños.

Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerlos semejantes a ti.
Porue la vida no retrocede,
ni se detiene en el ayer.

Tú eres el arco del cual,
tus hijos como flechas vivas son lanzados
Deja que la inclinación
en tu mano de arquero
sea para la felicidad.

Laura Gutman hace esta reflexion en la misma línea que me pareció muy interesante: "Nuestro hijos no nos pertenecen. No tienen que cumplir nuestras expectativas. No están en deuda con nosotros. No tienen que responder a nuestros deseos, sino todo lo contrario. En verdad, si hemos sabido acompañar, acompasar y modificar nuestras íntimas certezas a favor del despliegue de nuestros hijos, ellos se convertirán en jóvenes libres, deseosos de explorar el mundo, con capacidad para la intimidad emocional, amantes y deseosos de amar al prójimo. Tienen que amar a los demás, no nos tienen que amar a nosotros."

Gracias a Ira porque esta entrada surgió después de reflexionar con su post: http://maamapellapellcorambcor.blogspot.com.es/2012/05/lo-peor-de-la-maternidad.html



19 comentarios:

  1. Hola Silvia, qué buena entrada, al fondo de la cuestión la poesía y la foto llena de ternura. La adaptación ha de ser vertiginosa, estoy contigo, y también apuntalo mi actuación en la crianza con lecturas que resuenan en mi, me dan seguridad. Avanzamos hacia un nuevo modelo de familia y nos faltan referentes por eso buscamos palabras externas que corroboran lo que sentimos por dentro.
    Un beso guapa!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto, como dices el modelo de familia ha cambiado y algunas necesitamos expresar en palabras y quizás incluso en hechos concretos, las ideas de crianza que nos salen de forma instintiva. Es como si te afianzases más en tu postura verdad? Me alegro tanto de que estemos llevando la maternidad y la paternidad en caso de mi chico, de forma tan activa, tan cosciente, creo que está haciendo que viva todo de forma más intensa y más segura a la vez :D Y en eso vosotras sois un punto fundamental, como he puesto en la entrada.
      Un abrazo preciosa! Y gracias como siempre por pasarte por mi rinconcito!

      Eliminar
  2. Qué bien que lo describes, comparto por entero lo que dices y precisamente esa evolución como madres es lo que nos hace también crecer como personas. Has escrito un post muy hermoso!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias preciosa,creo que todas las madres experimentamos ese crecimiento, lo bueno es hacernos conscientes de ello :D Un besazo!

      Eliminar
  3. Me encanta!!! A mi además de estos sentimientos que describes lo que me ha pasado es que hasta que di a luz pensaba de una manera (nunca meteré a mi hijo en la cama, mi hijo se tiene que dormir solo, esta amiga hippie que usa pañales de tela, como voy a llevar todo el dia a mi hijo en una mochila jejeje) y desde el primer segundo que vi a Joan mi pensamiento cambió. Mi hijo tiene 12 meses y ahora estoy en el tema que quiero la mejor comida para él, me vuelvo loca buscando sitios de alimentacion ecológica jejeje! Pero la evolución como madre la haces sin darte cuenta, sin ponerte reglas, de repente te ves haciendo una cosa que nunca antes te hubieses imaginado, me encanta ser madre!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es verdad, las cosas que teníamos pensadas van cambiando cuando nos enfrentamos a la realidad de la maternidad y más cuándo te adaptas a las necesidades particulares de tu hijo :D Lo genial es disfrutarlo! Besote!

      Eliminar
  4. Silvia no se puede describir mejor, pero la verdad es que todas las etapas se pasan super rápido y lo mejor es disfrutar cada una de ellas y se que tu eso lo haces muy muy bien, hasta que no los tienes contigo no sabes lo que significa ser madre creo que es la cosa más grande.

    Y disfrutar de manera activa de ellos es fundamental porque tienen que aprender a ser personas con valore y eso deben enseñarlo los padres, un beso guapa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Exacto, yo disfruto de cada día de Emma porque no voy a poder volver atrás y no quiero quedarme con la sensación de que me la he perdido. Así que día tras día sigo junto a ella creciendo y aprendiendo, aunque haya momentos mejores y peores, pero forma parte de ello, besote!

      Eliminar
  5. Un post realmente precioso. Es muy cierto lo que dices, no sólo ellos crecen, nosotras también vamos creciendo junto a ellos. Me ha encantado tu forma de expresarlo, y con tu permiso me quedo por aqui!

    ResponderEliminar
  6. Precioso. Crecemos por dentro y por fuera! Yo ya he jubilado unos 3 bodies, y en estos días me doy cuenta de lo rápido que pasa el tiempo y la de cosas que se aprenden. Ahora como madre, me doy cuenta de lo que cambiamos y de la capacidad camaleónica de adaptarnos a las nuevas situaciones. Y también cómo cambian ellos! Me ha encantado la poesia. Besos fuertes!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí, sobre todo al principio te das cuenta de que en cuestión de días aprendes a hacer un montón de cosas, el instinto te mueve verdad? Un besazo preciosa! Y sigue disfrutando así de Leo!

      Eliminar
  7. Hola! Acabo de descubrir tu blog y me encanta. Lindo post este de soltar a los hijos, y dejarlos escribir su propia historia.
    Yo también estoy estrenando maternidad, y escribiendo sobre ella. Te invito que le des una mirada:
    http://mividaconolivia.wordpress.com/
    Un saludo desde el otro lado del Atlántico!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que te guste mi blog, luego me paso por el tuyo! Un abrazo!

      Eliminar
  8. Respuestas
    1. Encantada de que te guste jeje, gracias por pasarte! Un besote!!

      Eliminar
  9. Es que las madres somos unas todoterreno, nos adecuamos a las necesidades de tod@s!!

    Bss

    ResponderEliminar
  10. Totalmente identificada con esa esencia que hay en tus palabras... creo que el proceso de crecimiento es siempre en compañía, por eso me sirven todas las teorías y solo una práctica: la nuestra. Se crece a su lado, y en ese crecimiento en compañía está la clave de la grandeza de toda maternidad ♥

    ResponderEliminar
  11. Totalmente identificada con esa esencia que hay en tus palabras... creo que el proceso de crecimiento es siempre en compañía, por eso me sirven todas las teorías y solo una práctica: la nuestra. Se crece a su lado, y en ese crecimiento en compañía está la clave de la grandeza de toda maternidad ♥

    ResponderEliminar