Mostrando entradas con la etiqueta crianza. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta crianza. Mostrar todas las entradas

lunes, 17 de marzo de 2014

Experiencia en la escuela infantil

Como os conté en la entrada sobre la adaptación a la escuela infantil, Emma empezó a ir a la Casita de Niños en septiembre, cuando cumplía los dos años. Es una escuela infantil en la que la respetan totalmente, sus necesidades, su desarrollo, sus gustos, su espacio...

Ahora que han pasado algunos meses puedo hacer una valoración sobre lo que ha supuesto para nosotros la escolarización no obligatoria de Emma. He de decir que lo hicimos porque Luis trabaja en casa y le estaba resultando cada vez más complicado hacerlo. Probablemente en otra situación  habríamos esperado a que cumpliera los tres años para plantearnos la escolarización. Y aún así lo hicimos convencidos de que si la niña aún no estaba preparada para ello daríamos marcha atrás y esperaríamos al año siguiente para que entrara al cole.


Sin embargo Emma rápidamente empezó a disfrutar de la guardería, al haber tenido un período de adaptación real fue poco a poco encontrándose bien en ese espacio, con su profesora al principio y ahora con sus compañeros. Disfruta mucho de esas 3-4 horas diarias en el "cole" como dice ella.

Cuando llega a casa nos cuenta con su media lengua cómo ha vivido su día, las cosas que le han gustado, las que no, anécdotas de sus compañeros. Es su espacio y le gusta compartirlocon nosotros, y esos momentos de contarnos cómo ha ido nuestro día me encantan.

He notado en ella un cambio muy grande en su forma de relacionarse con otros niños, no puedo saber si es simplemente evolución o es que esa experiencia le está sirviendo como "campo de entrenamiento" en las relaciones con sus iguales, aunque me inclino por esto último. Hace un año esto no habría tenido mucho sentido, ni Emma ni ningún niño se relacionaba apenas con sus iguales, como mucho jugaban en paralelo y se peleaban por algún juguete. Sin embargo ahora Emma empieza a hacer amigos, se relaciona con los otros niños, con más afinidad por unos que por otros, se decanta por juegos compartidos con sus compañeros y aprende de ellos.

En nuestro caso concreto , con nuestras condiciones y en un centro con las características que tiene la Casita de Niños valoro como muy positiva la experiencia hasta el momento. Probablemente no sea absolutamente necesario, y si no hubiera pasado por la Casita habría desarrollado esas habilidades sociales de otros modos o en otro momento. Pero para nosotros está siendo una experiencia muy chula. Aunque me ha dado un poco de penurri eso de que en vacaciones toooodos los días nos preguntara si hoy había cole, y me dijera que quería ir jajaja  Yo deseando que llegaran para estar con ella y ella deseando volver al cole.

Ventajas que le veo a la guardería es que se relaciona con sus iguales y con adultos en un entorno que no es demasiado dirigido, la realización de actividades o utilización de materiales que en casa no tenemos o no solemos hacer, y que tiene un espacio suyo. Desventajas...  que ha enfermado más que cuando estaba en casa, aunque nunca ha sido nada grave.

Para nosotros su escolarización ha sido en el momento justo durante el tiempo justo. No me habría gustado que  fuera siendo más pequeña ni durante más horas de las que está yendo. Disfrutamos compartiendo con ella las horas de las comidas y  pasando la mayor parte del tiempo en casa realizando nuestras tareas cotidianas (ir de compras por el barrio, las tareas de la casa, jugar el el parque, ir a la biblioteca...) porque también aprende mucho en esas interacciones más caseras. Tenemos la suerte de poderlo hacer así, pero la conciliación laboral no siempre lo permite y es una pena.

¿Cuál ha sido vuestra experiencia con la escuela infantil o teniendo a los peques en casa? 



lunes, 10 de marzo de 2014

Haciendo la compra con los peques

El momento de ir a hacer la compra con niños pequeños para algunos padres es un coñazo. El niño no para, lo quiere todo, toca todo, y al final puede ser más estresante que otra cosa, así que muchos optan por no ir con niños al super. Sin embargo es fundamental incluir a los niños en las tareas cotidianas familiares, y esta es una más, y además es muy importante porque está relacionada con varios aspectos clave de la vida del niño:

- Como parte de su educación nutricional: es un buen momento para que vaya conociendo grupos de alimentos, cuales son más saludables y cuales menos, qué productos son típicos de cada temporada... Además puede anticipar lo que vamos a comer esa semana y formar parte de ello desde el principio del proceso. Ya plantarlas sería genial, pero pocos tenemos la suerte de tener huerto en casa ;)

- Economía doméstica: Que entienda que lo que se compra en casa vale dinero, se familiarice con la organización económica de la familia, cómo funciona el pago, la elección de productos más o menos baratos... Son pequeños y no van a aprender microeconomía, pero al menos ir dándole un valor a las cosas que entran en casa al ver cómo se adquieren es más sencillo que si simplemente aparecen.

- Incrementamos su participación dentro del funcionamiento familiar: Nos acompañan en una actividad que es importante para el día a día de la casa, y ellos tienen algún peso en ella. Para mi es fundamental incluirles de forma activa y con capacidad de decisión en las responsabilidades de la casa. Para empezar porque ellos forman parte de la casa  y en muchas ocasiones nos olvidamos de ello. Cuando crecen de repente queremos que se responsabilicen pero no les hemos dado su espacio antes y eso no funciona demasiado bien. El sentirse importantes y que tienen algo que decir en estas rutinas mejora su autoestima.

- Importancia a nivel social: el niño se va relacionando con el carnicero,  la pescadera, ve cómo nos relacionamos nosotros, cómo se guarda el turno... Esto es más interesante en barrios donde aún sobrevive el pequeño comercio. 



Esta claro que en función de la edad el niño puede participar de una forma o de otra, pero desde bastante pequeños podemos hacerles partícipes. Os doy algunas ideas que estamos poniendo en práctica con Emma:

Elaborar la lista de la compra: Para comprar es importante hacer una planificación de lo que necesitamos, en ese proceso pueden participar los niños de muchas formas. Podemos ver juntos qué cosas hacen falta, si les apetece que hagamos alguna receta especial esa semana y hacer una lista de la compra que ellos vayan a llevar en el supermercado para asegurarse de que no se nos olvida nada. Como Emma ahora tiene dos años y medio la lista la hacemos con dibujos, ésta es la que hicimos la última vez:




Si quieres dedicar más tiempo puedes hacerla recortando de publicidad del súper o imprimiendo dibujos. Incluso se me ocurre que se podría hacer algo más elaborado si tenemos los dibujos plastificados y los vamos pegando a una cartulina con Blu Tack, velcros o algo así para agilizar el momento de hacer la lista de la compra. De este modo los podemos ir quitando de la cartulina según vayamos cogiendo los artículos.

El detective del super: Podemos encomendarles la super misión encargarse de encontrar los productos que hemos apuntado en la lista de la compra y echarlos al carro o a su cesta.

Pagando: A Emma le encanta ser ella la que paga al comerciante. Y si los niños son mayores y pueden contar el dinero, pues que sean ellos los que calculen cuánto dinero tienen que utilizar.

¿Qué os parece esta forma de hacer a los niños partícipes de las tareas de la casa? ¿Se os ocurren otras formas de incluirles en el momento de hacer la compra?


jueves, 20 de febrero de 2014

Educación emocional: El miedo

Me parece fundamental enseñar a nuestros hijos a identificar, expresar y gestionar sus propias emociones. Hace poco Emma ha empezado a trabajar en la escuela infantil el miedo. Han leído algunos cuentos relacionados: Un monstruo debajo de la cama y el gato miedoso y Bu.



















Nunca había manifestado que sentía miedo hasta hace poco, susto sí, pero miedo no. No le importaba la oscuridad, ni entrar en ningún lugar, ni nada parecido. No hemos utilizado luces antimiedos, ni tampoco dejamos la puerta de la habitación abierta porque no lo ha necesitado en ningún momento. Pero imagino que a raíz de conocer esas historias la imaginación ha empezado a bullir y sí ha aparecido el miedo.

Hace unos días empezó con la puerta del armario, decía que si estaba abierta iba a venir un monstruo. Pero la escuchábamos, se tranquilizaba y no iba a más. Hasta que hace poco no quería entrar en nuestra habitación porque decía que había un monstruo en la cama. Ese miedo la estaba limitando, así que decidí que era mejor hablar con ella sobre el tema.

Lo primero que hice fue pedirle que me explicara, ¿De qué tenía miedo? ¿Cómo era el monstruo? ¿Por qué era malo como ella me contaba?

Cuando me lo contó le expliqué que el monstruo formaba parte de su imaginación, como cuando nos imaginábamos un cuento, o hacíamos como que nos comíamos un huevo frito en los platos de su cocinita. Y que como la imaginación la podíamos manejar y jugar con ella, le propuse que habláramos con ese monstruo. A ella le pareció divertido, le dije que le pusiera un nombre. Ella lo llamó Pepillo, habló con él para que no le picara en la pripa (ella decía que era malo porque le picaba en la tripa) y le preguntó si quería ser su amigo.

Desde entonces ese monstruo se ha convertido en su amigo, y cuando le apetece juega a imaginarse a Pepillo, se baña con él, a veces incluso le tenemos que quitar la ropa antes de la bañera, "se lo lleva" a la guardería... De este modo le hemos guiado para que transformase ese miedo en una diversión.

Desde entonces no ha vuelto a decirme que tiene miedo a nada, y entra en nuestra habitación sin ningún problema.

Lo fundamental en todo esto es que no hemos recurrido al "anda no digas tonterías, que ahí no hay nada" o peor aún, "no seas miedosa que ya eres muy grande". Lo primero es validar su emoción, no está mal sentir miedo, es normal, y se puede manejar cuando te genere malestar o limitaciones y podemos ayudarle a aprender ese proceso de control emocional.

Esta es una forma de manejar esos miedos que puedan surgir, seguro que hay un montón de maneras más de hacerlo ¿Vosotros cómo lo habéis enfocado?

miércoles, 12 de febrero de 2014

Destete nocturno



Como os adelantaba en la última entrada estamos en pleno destete nocturno. Ya hace tiempo veníamos planteándolo Luis y yo. Emma tiene dos años y medio, y es cierto que muchas noches se podían sobrellevar, no se despertaba demasiado. Pero otras parecía la niña ventosa, en el momento en el que le quitaba la teta protestaba. Y cuando lo lograba, era darme la vuelta y escuchar ¡teta!. Yo trabajo, y ésto suponía ir bastante zombie por la vida, así que hace unos días nos planteamos ponernos en serio con el destete nocturno. No sabíamos si Emma se iba a despertar más o menos, mucho niños se despiertan la misma cantidad de veces que cuando estaban mamando, pero queríamos probar.

Pusimos en marcha el "plan padre", hasta ese momento Emma había dormido en el centro de la cama. Colocamos una barrera y la pusimos al lado de su padre. Hay madres que se van de la habitación unos días, en nuestro caso, aparte de que a mi no me apetecía mucho esa opción, no hay posibilidad de hacerlo porque no tenemos otra cama. Las primeras noches no fueron demasiado bien. En cuanto Emma se despertaba y veía que estaba al lado de su padre se enfadaba. Algunas veces Luis sí la podía calmar y se volvía a dormir, pero otras lloraba mucho, se desvelaba y nosotros no queríamos que este proceso fuera así, queríamos que fuera lo más respetuodo posible. De forma que terminábamos frustrados, cansados y con Emma de nuevo durmiendo a mi lado.

Se nos había pasado hacer algo fundamental y que ha hecho que este destete sea posible. Algo tan básico como explicarle claramente a Emma lo que iba a ocurrir por las noches y por qué. Hablamos con ella, le explicamos que por las noches las tetas "iban a cerrar" porque yo necesitaba descansar. Por la mañana y durante el día podía tomar teta cuando quisiera, pero que por las noches había que dormir. Al principio no estaba muy por la labor, pero rápidamente se hizo a la idea y aceptó la propuesta.

La primera noche antes de acostarnos de despidió de las tetas (sí, parece que tuvieran vida propia :D) y en los despertares su padre la pudo calmar sin demasiado problema. Se despertaba y preguntaba si era de noche, le decíamos que sí, y tras algunos mimos se volvía a dormir. A los dos días ya la volvimos a poner en el medio porque es más cómodo para nosotros, y además al hacer asumido que por la noche no había teta ya no había que ponerle ningún control ambiental.

Así han pasado algunas noches y muy bien, pocos despertares y con poca dificultad para volverse a dormir. Por el día ha seguido mamando normalmente, lo que sí he notado es que tiene más necesidad de estar conmigo, necesita que le dedique más tiempo y está más mimosilla. Me dice esos "mamá, te quieo muxo" que me dejan desarmada cada dos por tres.

Anoche fue algo más complicada. Ayer fue un día largo, me marché de casa al trabajo a las 7 y media de la mañana y no volví hasta las 21:30 de la noche. Emma no está acostumbrada a pasar tantas horas separada de mi y lo notamos en la noche. Se ha despertado más veces y de nuevo ha pedido teta llorando y enfadándose cuando le decíamos que de noche había que dormir. A las cinco de la mañana, ya agotadas he optado por volver hablar con ella. Nos hemos salido de la habitación y le he vuelto a explicar lo que ocurría y cómo íbamos a hacer las cosas y le he transmitido que se que para ella es un paso difícil. Se ha calmado, ha vuelto a aceptar la idea del destete nocturno y hemos vuelto a la cama. Se ha dormido sin teta y sin más despertares hasta la mañana siguiente.

Nos quedan muchas noches por delante, supongo que unas serán mejores y otras peores. Pero de este proceso he aprendido algo fundamental: cualquier proceso con nuestros hijos va a ser infinitamente más sencillo si les hacemos partícipes de ello, si se lo explicamos, si les escuchamos y a ser posible (con niños más mayores), si pactamos y negociamos con ellos.  Empezar, como hicimos nosotros, sin contar con ella únicamente nos llevó a pasarlo mal los tres.

Ver cómo mi pequeña está haciendo el esfuerzo tan enorme de dejar su teta por las noches porque yo lo necesito me emociona. Recuerdo cuando comentábamos en una reunión que la lactancia prolongada genera muchas situaciones en la díada madre-hijo en las que entrenamos el respeto por las necesidades ajenas. Ese aprendizaje es muy valioso tanto para nuestros hijos como para nosotras. Porque no debemos olvidar que la lactancia debe ser placentera para ambos y esto genera la necesidad de ir adaptándonos la una a la otra continuamente. Ahora disfrutamos de nuestra lactancia de otro modo, un nuevo cambio, una evolución. Aprendo de Emma cada día,  me parece una maravilla tener una hija tan especial y una pareja que se implica,  que forma parte de esta lactancia, que nos apoya, que nos ayuda y que nos da ese soporte fundamental cada día...y cada noche.

Por si queréis saber algo más sobre el destete nocturno, el plan padre etc os dejo un par de enlaces:

Ebook "Destetar sin lágrimas" de Pilar Martínez sobre el destete, tiene una parte del libro en la que habla sobre el destete nocturno. Ya os hablé de él en esta entrada.
Folleto de La Liga de la Leche sobre el destete (habla sobre el destete completo, no parcial como es el caso del destete nocturno). 



viernes, 22 de noviembre de 2013

Casi como en el vientre materno

Circula por internet este vídeo tan tierno, es el baño de unos gemelos que realiza Sonia Rochel, una auxiliar de puericultura de la Clinica de la Muette en París. Ya vi un vídeo hace tiempo en el que bañaba a un bebé y aluciné. Pero observar cómo interacctan y se tocan estos hermanos me ha encantado. De algún modo el sonido del agua, la temperatura, la quietud hacen que estos pequeños casi vuelvan a estar por unos minutos en el vientre de su madre. en una absoluta relajación.


Al igual que este baño hay otras muchas cosas que podemos hacer para que la transición del bebé del útero al mundo ajetreado en el que nos movemos sea progresivo. Darles una bienvenida pausada creo que es importante para ellos. Probad a poneros en su piel:  frío, ruidos, sensaciones corporales que desconocían, dolor... En muy poquitos meses querrán comerse el mundo, pero los inicios yo creo que cuanto más tranquilos y graduales sean, menos estrés sufrirá el pequeño y ese bienestar estoy convencida de que se va a traducir en menos cólicos, menos llantos, mejor sueño etc...

Algunas situaciones relajantes que podemos brindar a nuestros pequeños pueden ser:

El piel con piel: Se habla mucho del piel con piel justo después del nacimiento de bebé, para favorecer su termorregulación, la lactancia, para superar el trance del parto... Infinitos beneficios tanto para el bebé como para la madre. Pero yo no me quedé únicamente en ese momento, durante mucho tiempo en las siestas  el piel con piel era sagrado. Ahora lo hacemos para bajar la fiebre, cuando está nerviosa, o simplemente porque sí . Las dos calentitas, escuchando la respiración la una de la otra, apoyada en mi pecho, con el sonido de los latidos de mi corazón, es un momento muy especial.

El porteo, tanto por el recogimiento que supone estar en un portabebés, la cercanía con el porteador, el bamboleo rítmico que generamos al caminar. Para Emma era y en muchas ocasiones sigue siendo casi hipnotico. Era meterla en la bandolera, y dormirse al poquísimo rato. Incluso lo hemos utilizado en casa para ayudarle a relajarse en los momentos en los que la veíamos más estresada. A día de hoy, mi madre por ejemplo si quiere que se duerma la mete en la mochila, y aunque ya no es tan inmediato como era cuando nació, si la niña está cansada no tarda en caer.

Evitar que las visitas sean bruscas con el bebé. No se muy bien por qué hay gente que trata a los bebés pequeñitos como si fueran muñecos. Parece que cuanto más a la ligera los trates más experto eres en bebés o algo así. Les hablan fuerte, les agitan... Y eso está estupendo en cuestión de unos pocos meses, ellos podrán disfrutar de esos juegos. Pero al principio lo único que logran es estresarlos. Respetar su sueño, su quietud para mi es fundamental. Recuerdo una anéctoda que me contaron en la cual una madre, al llegar las visitas a ver a su hijo, le despertó dando palmadas, porque claro, se tiene que acostumbrar a la gente. Y la persona que me lo contaba lo hacía admirado, con un pensamiento del tipo: "Qué madre más guay que  no es nada tiquismiquis con el niño como otras madres que no dejan que ni les soples". Pues a mi me parece que las prioridades ahí no son precisamente agradar a las visitas, adultos supuestamente maduros, sino el bienestar del niño. No hace falta que esté en una urna, con poner un poco de sentido común debería bastar.

Colecho: Que ellos te sientan cerca también por las noches para mi es fundamental porque pasar de estar rodeados las 24 horas a estar en una cuna muy sencillo no debe de ser. Colechar con Emma, además de agradable tanto para su padre como para mi, y de permitir que no nos queramos morir de sueño durante el día, creo que está sentando unas bases de seguridad en la niña importantes. Es cierto que es pequeña aún, pero no hay miedos por la noche, apenas se despierta más que para mamar, y como sus necesidades se cubren rápidamente no llega a desvelarse y llorar.

Aunque no es todo felicidad, hemos pasado muchos meses en los que ha tenido muchísimos despertares, sobre todo conicidiendo con hitos en su desarrollo, como el gateo, andar, lenguaje o simplemente días alterados. Pero poco a poco se va normalizando. Incluso en alguna ocasión ha dejado caer que quiere dormir en su cama, aunque a la hora de la verdad aún no ha dado el paso.

Hablarle, cantarle, mecerle. Caso nos sale por instinto, como una especie de mantra innato. El contacto con ellos me parece fundamental, por eso la lactancia a nivel emocional es tan importante. Y si no, el biberón dado muy pegaditos puede cubrir de algún modo ese aporte. Lo malo es que parece que el biberón se lo puede dar hasta la vecina que pasaba por allí porque le hace ilusión...

¿Se os ocurren a vosotros otras formas de favorecerles el paso del vientre al mundo?


jueves, 10 de octubre de 2013

Adaptación a la escuela Infantil



Emma empezó a principios de septiembre a ir "al cole, como dice ella. Hemos elegido una Casa de Niños de la Comunidad de Madrid. Estamos muy contentos con la decisión, únicamente va 4 horas por la mañana, lo justo para que su padre pueda trabajar más tranquilo. Lo hace desde casa y aunque parezca mentira es infinitamente más complicado trabajar con una niña de dos años que cuando tenía 5 meses...
Hay muchos aspectos de esta escuela infantil que me han parecido muy positivos. Favorecen al máximo la comunicación entre padres y educadores, están abiertos a cualquier duda que pueda surgir, su prioridad es que estemos cómodos para que los niños puedan estarlo también. Además respetan la evolución del niño en todos sus aspectos, hay niños con chupete, sin chupete, con pañal, sin él, y dejan que cada uno de ellos vaya a su ritmo, no fuerzan en absoluto, simplemente acompañan. Después de escuchar historias para no dormir de guarderías en las que deciden que se va a quitar el pañal sí o sí porque toca, es un alivio ver cómo entienden que cada niño tiene su evolución. Además desde la primera reunión y en las hojas informativas que reparten a los padres insisten en este punto.

El período de adaptación, en la Casa de niños sí es un período de adaptación real. Cada niño tiene el suyo en función de cómo vaya adaptándose a esta nueva situación. Los primeros días van poquito rato, en grupos pequeños de 5 niños más o menos y siempre acompañados de su padre/madre/abuela... Poco a poco van estando cada vez más rato solos hasta que sean capaces de estar el horario completo sin pasarlo mal. Aún hay algunos niños que no van las cuatro horas, porque les sigue costando. Este período de adaptación se hará siempre que los padres puedan. Nosotros lo hemos hecho así, poco a poco dejando que Emma vaya cogiendo confianza en sus profes, sintiéndose cómoda en este nuevo entorno, y ha resultado genial. Va a clase contenta, y disfruta. Y eso que los primeros días fueron difíciles,. Creo que si no hubiéramos podido acompañarla en este proceso lo habría pasado bastante peor, y no se si a estas alturas estaría tan cómoda como se la ve ahora. Bajo mi punto de vista los períodos de adaptación que consisten en ir un día una hora, al siguiente tres y al otro al horario completo no valen de mucho. Es cierto que ha sido un mes un poco caos, cada niño entraba y salía a una hora distinta, pero ha merecido la pena.

Sin embargo, esta opinión no ha sido la de muchos padres de la escuela, de hecho ha habido más críticas que alabanzas a este método. Mi chico ha tenido que escuchar todo tipo de frases del tipo: "Con mi hijo mayor en otra guardería a los dos días ya iba toda la mañana y no hubo problema", "los niños lloran pero en cuanto te das la vuelta ya están jugando tan a gusto, lo hacen para tomarnos el pelo", "a ver si acaba ya este rollo de venir antes que no me cunde el tiempo en casa", incluso algunos padres estaban indignados porque las profesoras tendrían que estar el horario completo y los niños salían antes. No comprendo esta actitud, si no confías en las educadoras en vez de ponerlas verdes en corrillo lo más razonable sería hablar con ellas. Y parece que el bienestar de los niños no se tiene en cuenta. Si a nosotros no nos hubiera quedado más remedio que ir a trabajar y no hacer esta adaptación lo que menos estaríamos es contentos o aliviados, al revés nos fastidiaría un montón no poder facilitarle las cosas a nuestra hija.

Además del funcionamiento de la escuela hemos intentado ayudar a Emma a adaptarse de otras formas. Muchas ideas las sacamos del blog "Más allá del rosa y azul", imagino que ya lo conoceréis, si no es así os recomiendo que os deis un paseo por él, es una mina de donde podéis sacar un montón de ideas para hacer con los peques, estudios sobre crianza, artículos de puericultura originales, incluso moda. Bueno, a lo que iba, en una de las reuniones que hubo este verano sacamos fotos del aula, de los juguetes, del patio y antes de que empezara se las íbamos enseñando para que se fuera familiarizando con el entorno, además anotamos los nombres de algunos compañeros que iba a tener en su clase y le hablábamos sobre ellos, en los cuentos los personajes tenían sus nombres, el nombre de su profesora. Compramos un cuento que trataba sobre actividades cotidianas de los pequeños en los que la protagonista iba a la guardería. Nos resultó muy útil para ir explicándoles las cosas que se hacen allí. De este modo ella podía predecir de alguna forma lo que iba a vivir y restábamos ansiedad a la situación.


 Otro aspecto que me gusta mucho del centro es que más adelante los padres si queremos podemos organizar una tarde a la semana un taller para los padres o los niños, de forma que nos involucremos en el proyecto educativo, que la guardería no sea en ningún caso un compartimento estanco en la vida de nuestros hijos.
 Y así es como hemos iniciado la vida escolar de Emma, ¿qué tal os ha ido a vosotros en vuestra vuelta al cole... o el inicio como es nuestro caso?

miércoles, 21 de agosto de 2013

Rabieta postvacacional



Hemos vuelto hace unos días de pasar una semana en el pueblo. Emma se lo ha psasdo genial, eran fiestas así que todos los días había actividades infantiles (minidisco, juegos, disfraces, castillos hinchables...), ha estado todo el día en la calle, jugando con sus primos y siempre alguien pendiente de ella, vamos que no ha conocido el aburrimiento. Pero se han acabado. Hemos vuelto y si a nosotros los adultos nos cuesta volver a la rutina, a la pequeña le ha costado aún más. Está super inquieta, el primer día fue una rabieta continua, ni siquiera ella tenía claro por qué se enfadaba, pero cualquier cosa le hacía llorar, no quería recoger, lo que había de comer no le cuadraba, quedamos con otro de sus primos y no hacía más que pellizcarle, pegarle... Ha tenido una fase de rabietas postvacacionales.

Poco a poco va aclimatándose al día a día aquí en Madrid, y lo va llevando mejor, tratamos de salir con ella por las tardes, ofrecerle actividades, cuentos... pero claro se junta con la vuelta al trabajo, deshacer maletas, lavadoras, ir preparando los armarios (que dan pena del caos que tienen), y no llegamos a todo. A ratos es agotador.

Cuando se ha puesto a llorar tantísimo, algo a lo que no estamos acostumbrados porque no es una niña que llore frecuentemente, la hemos acompañado, en muchas ocasiones con la teta se ha calmado y luego hemos podido hablar con ella de su enfado. En otras ni quería ningún contacto,  ni siquiera teta, así que esperar a que se calmara y luego igualmente hablar con ella. Sinceramente la entiendo, a la vuelta de las vacaciones yo también querría llorar y patalear, así que habrá que tener paciencia. Creo que va a ser cuestión de pocos días y se pasará. ¿Vosotros habéis vivido algo similar? ¿Cómo os enfrentáis a las rabietas de vuestros peques?

jueves, 18 de julio de 2013

Toallitas tóxicas... ¿Y ahora qué?




Hace unos días leí esta entrada de Elena en su blog Mamirami,. En cuanto pude hice una redada toalliteril por la casa en busca del ingrediente que están prohibiendo en otros países y que aquí alegremente se utiliza en productos infantiles, el Phenoxyetanol. Una tras otra las toallitas que iba mirando lo tenían: Dodot, moltex, mercadona... Hablé con una amiga, porque las toallitas de Indax que son las que utilizaba hasta hace dos días con Emma no sabía si tenían o no esta sustancia. Me dice que no, respiro aliviada porque son las que utilizo desde que nació la pequeña. Al día siguiente esta amiga me trae un paquete a la espera de que haga pedido de toallitas. Miro los ingredientes y resulta que tienen parabenos. Los parabenos son unos conservantes muuuy baratos que se utilizan ampliamente en cosmética, aunque cada vez tenemos más productos libres de ellos. El problema es que se han relacionado con alteraciones endocrinas, se han encontrado concentraciones de parabenos en las muestras de algunos tumores... No hay ningún estudio realmente concluyente, por eso siguen estando permitidos en concentraciones bajas (aunque con la cantidad de dinero que hay en juego no me fío un pelo...). Prefiero no arriesgarme. No exponer a mi hija a este tipo de químicos. En el caso de las toallitas además lo considero especialmente grave puesto que esta exposición se produce desde el nacimiento, todos los días en múltiples ocasiones y además las toallitas no se aclaran. Estos químicos están en la piel de los niños prácticametne las 24 horas del día. Creo que con esta exposición tan grandísima, con que haya cualquier sombra sobre este tipo de sustancias las empresas de productos infantiles deberían de procurar no utilizarlos. Y si ellos no lo hacen, pues tendré que buscarme la vida...

Lo primero fue empezar la búsqueda de toallitas libres de estas sustancias, pero sin resultados por el momento, las que no tienen Phenoxietanol, tienen parabenos, o ambas cosas, de momento no he encontrado ninguna marca que me convenza. Las toallitas ecológicas cuestan un ojo de la cara, con la cantidad de ellas que utilizamos ni me lo planteo. Así que empecé a buscar alternativas:

Toallitas de tela: Cuando Emma aún usaba pañal las utilizaba para limpiarle el culo, las llevaba ya húmedas en una bolsa y según la limpiaba echaba el pañal y la toallita a la bolsa de los pañales sucios. Sin embargo para limpiar las manos, cara y demás, por comodidad seguía utilizando toallitas deshechables. Llevar en el bolso algunas toallitas de tela ya húmedas me parece una opción, con meter también otra bolsa para guardar las toallitas sucias será suficiente. En mi caso necesitaré bastantes, porque ya no pongo tantas lavadoras como lo hacía cuando pañaleábamos y a lo largo del día se usan bastantes.


- Toallitas deshechables secas: He visto que venden toallitas de algodón secas, sin ningún tipo de producto, simplemente algodón 100%, de este modo nos quitamos los químicos y pueden servirme para complementar las toallitas de tela. Ayer probé a humedecerlas y guardarlas en la caja de las toallitas y fue un error porque al ser de algodón se deshacen. Alternativa: humedecerlas con un spray justo antes de utilizarlas. Quizás el papel higiénico normal también se pueda humedecer igualmente sin dejar restos en la piel de la niña, no he probado.

¿Con qué las humedezco? Hay muchas "recetas" pululando por internet, yo lo que he hecho es mezclar agua con unas gotitas del aceite del Árbol del Té, que es un antifúngico y bactericida y un chorrito de aceite de almendra dulce. El que tengo es totalmente natural, de hecho se podría utilizar para cocinar si quisiera. Me planteo echarle un pelín de jabón, pero de momento lo utilizaré así a ver qué tal va.  También he visto cubitos que se disuelven en agua para hacer está solución para toallitas, los que conozco son los Monkey Doodlez, pero aún no los he probado.

Esas son alternativas que he pensado, las iré poniendo en práctica para ver cuál me resulta más útil. ¿Se os ocurren otras soluciones?

miércoles, 26 de junio de 2013

Fin del puerperio




Antes de hablar del puerperio, quería definirlo, porque es un término que mucha gente desconoce,  incluso muchas mujeres que han pasado por él. Muy diligentemente metí en San Google la palabreja y me fui a la archiconocida wikipedia, donde encuentro esto:

"En la fisiología humana, el puerperio (coloquialmente cuarentena)es el período que inmediatamente sigue al parto y que se extiende el tiempo necesario (usualmente 6-8 semanas) o 40 días para que el cuerpo materno —incluyendo las hormonas y el aparato reproductor femenino— vuelvan a las condiciones pregestacionales, aminorando las características adquiridas durante el embarazo"

Ante esta definición sólo puedo decir JA! 6 u 8 semanas es poquísimo tiempo, es un cagarro, imposible recuperarse de un embarazo y de la llegada de un hijo a casa en ese tiempo, al menos como yo lo he vivido. Ojo, que para mi no es un período negativo, pero sí de readaptación, física y psicológica, y eso en 6 semanas lo veo complicado.

Siento que mi puerperio ha terminado 21 meses después de que Emma naciera. No noté especialmente un cambio hormonal que me afectara al humor, no sentí ese baby blues, esa tristeza que manifiestan algunas mujeres. Creo que salir de un parto en el que te sientes super woman, sin apenas dolores, pudiéndome mover desde el minuto 0 ayuda a no tener sentimientos negativos. Desde el momento en el que la vi, en el que se enganchó de mi pecho sentí que era mi cachorra, y me fundí con ella. Esa es la sensación quizás más fuerte que yo sentí durante esta etapa. Fusión. No me daba el tiempo, ni el cerebro, para encargarme de mi hija y de mi misma. Sorprendentemente para mi, cuando retorné al trabajo pude hacerlo de forma eficaz, pero de mi seguía sin ocuparme. Lo que marcó mi puerperio es que no me miraba. Parece absurdo, pero mi chico, con humor me tenía que recordar cosas tan evidentes como que o me depilaba el bigote o al final me confundirían con Zapata, menos mal que es hábil para decirlo sin que me convierta en Medusa... Emma podía ir perfecta y yo hecha unos zorros. Y además esa situacíón no me suponía ningún problema, ha sido hace un par de meses cuando ya no me sentía bien así, necesitaba volver a mirarme como Silvia, no sólo como la madre de Emma. Y es por esto por lo que marco la señal de fin. Su independencia y la mía van de la mano, y aunque es cierto que ella ocupa mi mente prácticamente todo el día, poco a poco empieza a haber espacio para otras cosas. ¿Vosotras habéis vivido algo parecido? ¿Cómo ha sido vuestro puerperio?

lunes, 3 de junio de 2013

Va de vídeos: Mamá, no quiero comer animales

Hay ocasiones que veo vídeos que me llaman la atención, me gustaría empezar a compartirlos con vosotros, así que estreno la sección "Va de vídeos".
La inauguro con este vídeo donde un niño explica a su madre por qué no quiere comer más animales. Me ha parecido buenísimo ver su proceso de razonamiento. Me encanta esa faceta de los niños que tantas veces nos sorprende. Además el manejo de la mamá de la situación, respetando su discurso es genial. Muchos otros adultos dírían "Anda, calla y come, que siempre te has comido el pulpo y está muy rico" y se lo habrían perdido...

Os dejo con él, a ver qué os parece.


miércoles, 29 de mayo de 2013

La mala alimentación


Casi el 30% de los niños españoles de edades comprendidas entre los 3 y 12 años tiene exceso de peso -un 7,1% padece obesidad y un 21,2% sobrepeso. Es una cifra alarmante, y los padres tenemos mucho (o todo) que ver. Es importante tener claras una serie de aspectos sobre alimentación infantil que en muchas ocasiones no veo a mi alrededor. Cuando trabajaba como monitora de ocio y tiempo libre veía como los niños llevaban para el recreo: zumos, bollos, galletas, batidos... Y a la salida sus padres le esperaban con una merienda similar. Por mucho que les cuenten a esos niños que hay que comer sano y les regañen porque no se comen las verduras no vamos a avanzar absolutamente nada. No vale con que compensen, como merienda un bollo y que cene pescado. Lo ideal es ofrecerles una alimentación saludable, desde el minuto 1.


He leído un libro muy interesante al respecto: Se me hace bola. Cuando los niños no comen como queremos que coman. Escrito por Julio Basulto. Me parece que presenta una forma de abordar la alimentación infantil muy interesante, y me gustaría compartir con vosotros algunas cuestiones que se abordan en el libro que me parecen fundamentales.



Lo primero es que un niño debe comer siempre a demanda. Estamos acostumbrados a escuchar que hay que darles teta a demanda o biberón a demanda. Pues con la comida igual. Que el niño escoja lo que quiere comer y la cantidad que quiera comer. Es importante que aprendan a obedecer a las señales que les manda su cuerpo de hambre y saciedad. Y creo que todos conocemos la sensación tan desagradable que se puede tener cuando te obligan a comer más allás del apetito que tengas. Además, ellos saben mejor que nosotros cuanta comida necesitan. No debemos forzar a que los niños coman de más, ni por las buenas (Si te acabas el plato nos vamos al parque) ni por las malas (Como no te acabes el plato no bajas al parque).

Ya veo a más de uno llevándose las manos a la cabeza: ¡Se van a alimentar a base de macarrones y gusanitos! Decir que algo fundamental en todo esto es que los niños deben tener disponibles alimentos saludables (legumbres, carne, verdura, cereales...) y no alimentos superfluos como los denomina Julio. No se alimentarán a base de bollos si no compramos habitualmente este tipo de productos. Y si pasan una racha comiento sota, caballo y rey (léase sopa, macarrones y filetes de pollo) pues se les pasará, no conozco muchos adultos que sigan con esa dieta... Si tienen disponibles otros aimentos saludables puede que en algún momento se lancen a probarlos. Pero sobre todo es más probable que se animen si te ven comerlos. Se destaca en muchos momentos del libro la importancia que tiene el modelado en este asunto. No vale con decirles, come sano, nos tienen que ver, y percibirlo como algo normal. No vale que te vean beber refrescos y que les digas que tomen agua. O que la verdura está rica, pero en casa no se pruebe... 

Os copio un extracto del documento "Si tú comes frutas y hortalizas ellos también lo harán" elaborado por el Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (GREP-AEDN), donde refleja claramente que los niños aprenden de nosotros más de lo que pensamos:

Una investigación, publicada en noviembre de 2008 en la revista Archives of Pediatric and Adolescent Medicine, mostró esto de manera práctica. El estudio expuso a 120 niños de entre 2 y 6 años a 73 alimentos distintos y se les instó a que realizasen “la compra”. Las compras fueron muy similares a lo que los cuidadores compraban de manera habitual, hecho que apoya la teoría de que existe una influencia clara del modelo de los adultos. Así, la compra de bebidas o alimentos clasificados como saludables por dichos niños se asociaron de forma estadísticamente significativa con lo que los cuidadores habían declarado comprar habitualmente en una encuesta previa, pese a la corta edad de los niños (Sutherland LA y cols., 2008).

Qué hacer con esos alimentos superfluos de los que hablábamos antes (bollería, chuches, refrescos, fast food...): No ofrecer, no negar. Nosotros  (ni nuestro entorno. abuelas del mundo, atentas a este párrafo...)  no vamos a poner a su disposición este tipo de alimentos. Pero si llegan a sus manos, pues tampoco vamos a montar una escena. El no ofrecer también implica intentar evitar que les entre el antojo por ejemplo porque pasemos por una pastelería antes de llegar a casa, o teniendo en casa un armario con este tipo de comidas.  Hay ocasiones en las que comemos diferente, un cumpleaños con la tarta, si vamos al cine a lo mejor cogemos palomitas. Si es algo puntual,  disfrutemos de ello yo no veo problema, pero sí cuando es diario, ahí cambia la cosa. 
No recuerdo si Julio comenta esto en su libro, pero para mi es fundamental: No se debe premiar a los niños con comida. La comida es eso, comida, sirve para alimentarnos, y no podemos utilizar el argumento de "ya no comas más chocolate que te va a doler la tripa" y después decirles que si se acaban los deberes les damos un huevo de chocolate. Hay muchísimas cosas que podemos utilizar para reforzar si es que quieres utilizar premios, que esto daría para otro post.
Otro aspecto que destacar es que un zumo no equivale a una pieza de fruta, y no deberían tomar más de
medio vaso de zumo al día. Hay que tener en cuenta que el zumo, sea o no natural, tiene muchos azúcares y le hemos quitado la fibra, algo de lo que precisamente carecen los niños. Además es importante cuando se de el zumo al niño que lo tome acompañado de alguna otra comida, loz zumos por su contenido en azúcar son muy cariogénicos, de este modo disminuye el riesgo. Aquí tenéis otro documento de (GREP-AEDN) que habla sobre este tema: ¿Se puede considerar el zumo de frutas como una ración de frutas?

La ingesta de fibra en los españoles es muy baja, así que yo he seguido una recomendación que da el autor, y es sustituir por integrales, el arroz, la pasta... La verdad es que no se me había pasado por la cabeza, y lo hemos probado y su forma de cocinar es muy parecida, algo más de tiempo de cocción y su sabor bueno.

Quiero finalizar la entrada con un párrafo del libro que me ha impactado bastante, y me ha reafirmado en la necesidad que supone alimentar adecuadamente a los niños:
"Adipocito que se crea, adipocito que no se destruye" Las células que almacenan grasa, los adipocitos, se crean en la infancia. Cuanto peor sea nuestra alimentación en dicha época y más sedentarios seamos, más adipocitos generaremos. En la edad adulta, si engordamos, prácticamente no creamos más adipocitos, sino que aumentamos su tamaño, "cebamos" los que ya tenemos. Algo que es mucho más fácil que ocurra si tenemos muchos de base.
Creo que este parrafito es clave para darnos cuenta de que mal alimentar a los niños no sólo les afecta ahora, sino en el futuro.

En el libro se abordan otros muchos aspectos de la alimentación infantil, a mi me parece una lectura fundamental, ya me contaréis si os ha gustado a vosotros.





viernes, 10 de mayo de 2013

Operación pañal inesperada


Ha ocurrido un cambio importante, ¡Emma no quiere pañal! Llevaba más o menos una semana que protestaba mucho para ponerse el pañal, hasta que un día se plantó y no hubo forma. No vamos a estar forzándola a llevar pañal cuando no quiere, así que dirigidos por ella empezamos la operación pañal.


Lo primero fue ir a comprar de urgencia un orinal, reductor y braguitas de mayor. Los primeros días no nos fiábamos mucho, así que sólo le quitamos el pañal cuando estábamos en casa. Y la verdad es que hay escapes, pero no excesivos. Muchas veces lo hace en el water, la mayoría de las veces porque se lo sugerimos nosotros y la acompañamos al baño, pero unas cuantas avisa a su manera. Incluso en un par de ocasiones nos ha avisado para que la lleváramos al water cuando tenía el pañal de la siesta o de la noche ya puesto.

Un problema que nos ha surgido es que la tía no quiere pañal, pero a veces tampoco quiere ir al water. Le sentamos y se enfada, aunque en muchas ocasiones al momento empieza a hacer pis y ya se pone contenta. Imagino que ahora para de hacer alguna cosa para ir al water le parece una chorrada. Esto no ocurre nunca cuando es ella la que avisa. Así que procuraré esperar un poco antes de sugerirle yo que vaya al baño, aún a riesgo de escapes.

Además le estoy preparando un cuento, para que entienda un poco mejor el proceso, porque es muy pequeña y no es tan sencillo como con un niño mayor que ya habla bien. Lo que he hecho es utilizar como base el cuento "El calzoncillo de José" que podéis descargar de forma gratuita en la web Arasaac. Está muy bien, a través de pictogramas les va explicando como es eso de ir al water. Lo que he hecho es cambiar los pictogramas de José por una foto de Emma, a la madre (que no se por qué siempre es la madre la que lleva a José al baño...) la he sustituído por fotos de su padre y mías, y los calzoncillos por braguitas etc... así que cuando lo acabe lo encuadernaré y tendremos nuestro propio cuento personalizado. Ayer ya se lo empezamos a contar y le gustó mucho verse. Creo que nos puede facilitar las cosas.

Respecto a reductor u orinal, utilizamos las dos cosas en función de lo que a ella más le apetezca, normalmente elige water (más cómodo para mi porque no hay nada que limpiar) pero tiene el orinal al lado y otras veces elige el orinal.

Para cuando salimos fuera he comprado el orinal Potette, como orinal es útil. Por ejemplo, ayer estuvimos en una reunión de la Liga de la Leche así que monté el orinal en un rinconcillo para que ella lo pudiera ver y si quería hacer pis me lo dijera, y no hubo escapes, nos resultó práctico. En el parque nos viene bien, porque las veces que la heos puesto a hacer pis "a pelo" no ha querido. Eso sí, como reductor, para un momento puntual bueno, pero para usarlo de forma habitual es muy inestable. El tema de los recambios, pues comprarlos me parece una chorrada, prepararé unas cuantas bolsas con papel de cocina y punto.

Y otra cosa que nos está resultando muy práctico es este protector de asiento de la marca Close Parent. Ya la llevamos todo el día sin pañal incluso cuando salimos a la calle, y que haya algún escape en la silla del coche es un trajín. Antes poníamos un empapador, pero es incómodo. Con este sistema es mucho más sencillo, ayer se hizo pis, quité el absorbente, lo lavé por la noche y hoy está listo para usarse.
A ver qué tal vamos con este cambio, yo ni me lo esperaba, y la verdad es que me da en cierto modo penilla, se hace grande demasiado pronto. Pero bueno, si es su momento, pues habrá que respetárselo. ¿Algún consejo para el éxito de esta operación pañal?



lunes, 29 de abril de 2013

Aprendizaje emocional



Aprender a conocer, identificar y gestionar las emociones es algo muy importante. Ayudar a nuestros hijos a entender cuáles son sus sentimientos, dar validez a los mismos y aprender a expresar esas emociones es fundamental para su bienestar y sus relaciones sociales. Además este aprendizaje emocional les ayudará a entender mejor cómo se sienten los demás, a ponerse en su piel, a ser en definitiva empáticos. Es un aprendizaje en el que podemos ayudarlos. Algunas ideas básicas que puedes transmitir a tus hijos sobre las emociones son las siguientes:


¿Qué emociones existen?
Es curioso, trabajo con personas que han cometido delitos, habitualmente contra las personas, cuándo les pides que te enumeren emociones, no son capaces de decir más de dos o tres, y habitualmente son de valencia negativa, no han realizado este aprendizaje emocional.

Es importante que los niños aprendan qué emociones hay para que ellos puedan etiquetar después sus sentimientos, darles nombre es importante, puesto que de este modo no sólo identifican lo que sienten sino que además es más sencillo que hagan saber al que tengan al lado qué es lo que siente, expresar las emociones es fundamental. 
Para ello, con niños pequeños puedes nombrar sus emociones, Hijo, veo que estás triste, o contento o tienes miedo... Puedes también nombrar las tuyas, estoy contento porque lo estamos pasando bien, estoy triste porque voy a echar de menos a tu abuela cuando volvamos a casa, estoy enfadada porque... O las de otras personas, por ejemplo, en el parque si hay un niño llorando comentar qué puede estar sintiendo. Esto puede hacerse desde el primer momento, igual que le enseñamos que esto es un gato o aquello un coche. Poco a poco lo irá interiorizando.

Otra forma de identificar emociones es a través de los cuentos, hablar sobre lo que sienten los personajes por ejemplo, si son más mayores preguntarles cómo se sentirían ellos si les ocurriese... Hay libros concretos para manejar las emociones, En esta entrada ¡Mamá qué sabe! Nos habla de una serie de "cuentos para sentir", en adoptivanet también han hecho una estupenda recopilación, tenéis también la colección "cuando me siento..." Actualmente hay muchos recursos sobre este tema. 



















Con Emma he utilizado un libro en el que va contando una historia y en la página de la derecha dibujan la cara del niño expresando las distintas emociones que va sintiendo, al final hay un espejo para practicar los distintos gestos. Parece mentira como desde bastante pequeña es capaz de ir expresando algunas emociones  de este modo. 


Otra actividad que se puede hacer con niños un poco más mayores, a partir de los dos o tres años es hacernos fotos todos los miembros de la familia, o con amigos suyos expresando emociones (alegría, tristeza, sorpresa, miedo...) cuándo más mayor sea el niño más complejas serán. Así haremos una batería de flashcards casera, luego podemos jugar a emparejar emociones, buscar emociones contrarias, coger tres fotos al azar e inventarnos una historia... Da un montón de juego.

Recordando emociones:

Es importante ayudar a los niños a recordar los sucesos cotidianos para que vayan aprendiendo a organizar la información sobre sus vivencias. Además esto es fundamental para que puedan  gestionar y asimilar los momentos difíciles que hayan podido surgir a lo largo del día. 
Cuándo ellos nos cuenten qué tal les ha ido el día procura que no sólo te digan conductas sino emociones. Puedes preguntarle ¿Y eso cómo te ha hecho sentir? o intentar adivinar ¿Y entonces te has puesto muy contento? Podemos también preguntarles sobre las emociones de sus compañeros, para ir desarrollando la empatía. 


Las emociones son pasajeras:
En el libro "El cerebro del niño" que descubrí gracias a Jaione en su blog Más allá del rosa o azul, hacen una propuesta para ayudar a los niños a entender que las emociones negativas no van a acompañarnos siempre, que pasarán. Para nosotros es evidente, pero un niño puede agobiarse al sentir emociones negativas si no ven que no son para siempre. Es una propuesta para niños mayores, consiste en que cuándo sientan una emoción negativa cierren los ojos e imaginen nubes que pasan, esas son las emociones, y van pasando, van llegando nuevas nubes. No van a  estar tristes o enfadados siempre, pasará. 

Las emociones no nos las generan las situaciones, sino nuestros pensamientos. 
Este concepto lo trabajaremos con niños mayores porque es uno de los más complejos. Las situaciones no son las que nos generan emociones, ni positivas, ni negativas, lo que realmente nos hace sentir son los pensamientos que tenemos sobre esa situación, la interpretación que hacemos de la realidad. Es importante que los niños se empoderen sobre sus propias emociones, y eviten pensar que nosotros le hemos enfadado, o que su amigo le ha puesto triste. Podemos explicarles la relación que tienen nuestros pensamientos y nuestras emociones, y tratar de ayudarles a identificar los pensamientos que tienen cuándo sientan una emoción. Una buena opción es que escriban qué sienten, y qué piensan y después comentarlo. Una vez que comprendan esta relación, podrán poco a poco ir identificando los pensamientos que les hacen sentir mal y sustituirlos por otros que les hagan sentir mejor. Es un proceso como veis muy complejo, pero podemos ir aprendiéndolo despacio. Simplemente podemos empezar por, preguntarle ¿Qué pasa por tu cabeza? ¿Qué piensas? 

Por último algo que es muy importante es no cortar las emociones con frases tipo, los niños no lloran, no es para tanto, tratar de distraerles antes de que hayan comprendido siquiera que se sentían tristes... Para comprender las emociones deben sentirlas, no podemos evitarlo, es mejor que las aprendan a gestionar ellos poco a poco con tu ayuda. Además, de la mano de esta gestión emocional va el aprendizaje de qué conductas no son adecuadas para expresar una emoción, por ejemplo, entiendo que estés enfadado, pero no puedes pegar, por muy muy enfadado que estés. En este caso es importante darles una respuesta alternativa. 

Como veis no he puesto edades concretas para poner en práctica estos recursos, cada niño es un mundo y tiene su ritmo, es cuestión de ir adaptándose, pero lo que sí tengo claro es que la educación emocional puede 



jueves, 14 de febrero de 2013

Te quiero revoltosa

Quiero que seas revoltosa hija, que luches, que no te rindas. Que cuándo realmente creas que tienes razón seas capaz de defenderla, y no tengas problemas en decir que estabas equivocada cuando te demuestren que era así. Quiero que no permanezcas ajena a las injusticias que lamentablemente vayas a vivir, que si no puedes hacer nada al menos te conmuevan o te enfaden. Quiero que seas una mujer luchadora, que cuándo tengas una meta en la cabeza luches con uñas y dientes por conseguirla, avanzando día a dia hacia ella, y sintiéndote feliz y satisfecha por los logros conseguidos. Quiero que sepas pedir ayuda cuándo la necesites, que a veces es difícil hija, pero no es malo. Pedir ayuda para crecer, observar a la gente que tienes a tu alrededor para evolucionar, para tener una visión más amplia del mundo que te rodea es importante. Quiero que seas revoltosa, rebelde, que no te conformes con lo que la vida te imponga si no es realmente lo que quieres. Pero aucérdate de disfrutar al 100% de las pequeñas cosas, de un abrazo, de una sonrisa, de un caricia, un juego, una canción, un olor... a veces las cosas importantes no son las más complejas y grandes y las solemos tener en la punta de los dedos.
 Y se que para que estos deseos se cumplan tu padre y yo tenemos un arduo camino para ayudarte, y los "porque yo lo digo" no van a conseguir que seas mi niña revoltosa, buscaremos la manera. Prometido.

REVOLTOSA

Revoltosa, la vida nunca es de color de rosa
Que si no te revuelves no habrá nadie que te regale tus libertades
Revoltosa, la vida nunca es de color de rosa
Que si no te revuelves no habrá nadie que te regale tus libertades

Te quiero revoltosa, te quiero revoltosa, te quiero revoltosa, te quiero revoltosa...!

Revoltosa, llegaste como una mariposa buscando libertad entre otras cosas. Te diste cuenta de que hay que luchar.
Con tu sonrisa hermosa, no tengas miedo, nunca estarás sola,
somos muchos los que estamos a la sombra esperando tu señal.

Te quiero revoltosa, te quiero revoltosa, te quiero revoltosa, te quiero revoltosa...!

Te quiero, te busco, te adoro, me gustas, te sueño, te encuentro, te espero, me muero...
Bongo Botrako

viernes, 8 de febrero de 2013

Mi niña muerde ¡SOS!


Es así. Tengo una pequeña canibal de 17 meses en casa y no se cómo gestionarlo. Muerde cuándo se enfada o cuándo se pone muy nerviosa algo que puedo hasta entender, aún no tiene conductas adecuadas para gestionar estas emociones. Pero en muchas ocasiones muerde porque sí, o ella tendrá sus razones, yo desde luego no las capto. Está haciendo carantoñas a otro niño o a alguno de nosotros y de repente muerde.

No es que esté todo el día a dentellada limpia, de hecho cuándo está con nosotros cada vez lo hace menos y con mucha menos fuerza. Lo que me preocupa es la dinámica que se crea cuándo está con otros niños.
Ella no va a la guardería, así que todas las semanas procuro ir a alguna actividad haya niños, cuándo venga el buen tiempo iremos al parque, con sus primos... En definitiva, que tenga un espacio donde pueda relacionarse con sus iguales. Sin embargo, esos momentos empiezan a ser muy estresantes para mi, porque en cuanto veo que se va acercando demasiado a otro niño ya me tenso, me acerco, le aparto, trato de distraerla... Y al final vamos, pero se que no la dejo estar a sus anchas, ni se relaciona, ni disfrutamos todo lo que podríamos. Pero es que en cualquier momento zas! Mordiscazo. El otro niño llorando, la otra madre por suerte hasta el momento no se ha puesto muy borde, aunque entiendo que cabrea. Ellas mismas me dicen que es normal, que son rachas, que está explorando... pero me agobio. Ayer tuvimos el último episodio en una reunión de la liga mordiendo a un bebé de 4 mesecillos :_( Le estaba haciendo caricias, tocándole normal y de repente le agarró la mano y la mordió.
Yo me pongo a su altura, le digo firme que no, no gritándole, pero sí seria, le aparto y le explico que eso duele, que no se puede hacer, y que se fije en el niño que está llorando. Ella a veces trata de escabullirse, otras veces me mira con cara de cordero degollado. No se si lo estoy haciendo bien, si hay alguna otra forma de hacerlo, ¿Habéis pasado vosotras por algo parecido? ¿Cómo lo resolvísteis?

jueves, 7 de febrero de 2013

Yo signo, tú signas... ¡ella signa!

El tema del lenguaje de signos para bebés me llama mucho la atención, leí hace tiempo sobre el tema después de conocer a Cinco Deditos a través de Twitter. Pero la verdad es que lo hemos ido dejando y no nos hemos puesto a ello en serio. Emma ya tiene 17 meses, y empieza a hablar, pero poquito: mamá, papá, teta, agua, pan... bueno también dice caracol, incomprensible pero cierto jajaja Lo que me llama muchísimo la atención es que por propia iniciativa está empezando a signar. Ella nos dice con gestos cuándo tiene hambre, cuándo quiere que le cambiemos el pañal, y también pide que le cantemos canciones concretas haciendo alguno de los movimientos de la canción o utilizando el gesto de la canción de pica pica pollito, nos pide que le pongamos en la televisión el DVD de los Pica Pica. Vamos que se nos ha adelantado. Así que hemos decidido ponernos más en serio con el tema y empezar a aprender a signar con ella.



¿Qué miedos tenía cuándo empecé a plantearme utilizar lenguaje de signos con Emma?
Pues básicamente que ésto retrasara su lenguaje. Creo que es la primera duda que viene a la cabeza de todo el mundo cuándo hablas de este tema. Sin embargo cuál ha sido mi sorpresa cuándo me informé y descubrí que es precisamente al revés. Los niños que signan tienen un mejor desarrollo del lenguaje. En un estudio realizado por Linda Acredolo y Susan Goodwyn en el que participaron 140 familias, se concluye que, los niños que signaron cuando eran bebés, a los 36 meses hablaban al mismo nivel que los niños de 47 meses, además construían frases más largas. Además que Emma pueda comunicarse de forma más concreta con nosotros seguro que va a reducir frustraciones, nos permitirá comprenderla mejor. Tengo muchas ganas de saber qué pasa por esa cabecita y creo que podernos comunicar mejor va a ser my positivo.

De momento estoy leyendo sobre el tema y en breve empezaremos con nuestros primeros signos, ya os iré contando qué tal va la experiencia. ¿Alguna ha signado con sus bebés? ¿Algo que recomendar a una novata en este tema como yo?

Os dejo algunos materiales que me han parecido interesantes para empezar:
Libro: Lenguaje por señas para bebés de Monta Z. Éste es el que tengo, fue una compra compulsiva desde mi kindle, supongo que los que lo tienen lo entenderán :p Está bastante chulo, muy básico eso sí pero me está resultando interesante para dar el pistoletazo de salida.
Y estos otros los iremos comprando:

Y aquí tenéis un artículo de crianza natural en el que también tratan sobre los signos para bebés: Háblame, bebé

lunes, 17 de diciembre de 2012

La teta y los niños

Un día estaba dando el pecho a Emma cuando una niña de unos sies años más o menos me preguntó con los ojos como platos: ¿La bebé come piel? No tenía ni idea de que lo natural es que los bebés tomen teta. Ésta situación se ha repetido bastante frecuentemente, no con preguntas tan a lo The Walking Dead pero el asombro y la curiosidad entre los pequeños permanece.


Y esto no es extraño, por un lado, aunque estamos avanzando en este sentido,  no se suele ver a las madres dando el pecho en público. No estoy hablando de exhibirse, ni de hacer top less, que por cierto, creo que a las tetas playeras sí que están familiarizados...  Ahora han proliferado las salas de lactancia. No las demonizo,  mejor que acabar dando teta sentada en un water es desde luego, y para determinados momentos son muy prácticas.  Por ejemplo en  los inicios en los que necesitas tranquilidad o cuándo el centro comercial está saturadísimo y necesitas tu espacio, o simplemente porque te apetece. Pero puede dar la sensación de que dar de mamar algo que se debe ocultar, y eso es lo que no me hace gracia, es algo natural, y como tal debería de verse, niños incluidos.




Y ahora que se acerca la navidad, Reyes Magos y demás compra de juguetes, lo cierto es que casi todos los bebés vienen con su biberón de serie, hasta los animales bebés van con el fantástico accesorio de juego: "Mamá, vamos a dar biberón al pony" O_o ¿en serio? 

Hay una muñeca: Bebé glotón, que sí toma teta. Bueno, pezones con forma de flor... Algo que no comprendo muy bien, si lo que buscan es que se normalice la lactancia y se vea como algo natural quizás lo de las florecitas no tiene mucho sentido, pero bueno, eso ya es cosa mía que me echan para atrás bastante las muñecas que hacen de todo: comen, lloran, dicen mamá y hacen caca y pis, vamos a dejar algo para la imaginación de los niños ¿no? Pero bueno, es un intento de normalizar la lactancia, y como tal bienvenido sea.

De todos modos creo que el cambio, más que en los juguetes debemos de hacerlo nosotros, en la educación, en la forma de interactuar con los niños, en explicarles, dejarles que pregunten y mostrarles la realidad de la lactancia y de la crianza en general, con la participación de los niños incluidos, no solo niñas.

Y esto me parece muy importante, no porque sea determinante desde luego, yo he jugado con biberones y he dado teta, es verdad. Pero he necesitado un grupo de apoyo a la lactancia porque dar el pecho es en una gran parte un aprendizaje social, no es suficiente con el instinto.
No he visto prácticamente nunca amamantar hasta que nació la niña, y tenía un millón de dudas que además mi entorno más cercano no podía solventar porque no tenían ese conocimiento. Cónfío en que si la lactancia se normaliza, estos grupos de apoyo serán mucho menos necesarios, porque de verdad habremos aprendido en cierto modo antes de dar a luz, y cuándo nos enfrentemos por vez primera al momento de dar teta tendremos en nuestras redes cercanas apoyo suficiente para tirar adelante con su ayuda.

Espero que poco a poco los niños dejen de sorprenderse al ver un bebé mamando, porque significa de verdad que la lactancia se estará normalizando.