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miércoles, 12 de febrero de 2014

Destete nocturno



Como os adelantaba en la última entrada estamos en pleno destete nocturno. Ya hace tiempo veníamos planteándolo Luis y yo. Emma tiene dos años y medio, y es cierto que muchas noches se podían sobrellevar, no se despertaba demasiado. Pero otras parecía la niña ventosa, en el momento en el que le quitaba la teta protestaba. Y cuando lo lograba, era darme la vuelta y escuchar ¡teta!. Yo trabajo, y ésto suponía ir bastante zombie por la vida, así que hace unos días nos planteamos ponernos en serio con el destete nocturno. No sabíamos si Emma se iba a despertar más o menos, mucho niños se despiertan la misma cantidad de veces que cuando estaban mamando, pero queríamos probar.

Pusimos en marcha el "plan padre", hasta ese momento Emma había dormido en el centro de la cama. Colocamos una barrera y la pusimos al lado de su padre. Hay madres que se van de la habitación unos días, en nuestro caso, aparte de que a mi no me apetecía mucho esa opción, no hay posibilidad de hacerlo porque no tenemos otra cama. Las primeras noches no fueron demasiado bien. En cuanto Emma se despertaba y veía que estaba al lado de su padre se enfadaba. Algunas veces Luis sí la podía calmar y se volvía a dormir, pero otras lloraba mucho, se desvelaba y nosotros no queríamos que este proceso fuera así, queríamos que fuera lo más respetuodo posible. De forma que terminábamos frustrados, cansados y con Emma de nuevo durmiendo a mi lado.

Se nos había pasado hacer algo fundamental y que ha hecho que este destete sea posible. Algo tan básico como explicarle claramente a Emma lo que iba a ocurrir por las noches y por qué. Hablamos con ella, le explicamos que por las noches las tetas "iban a cerrar" porque yo necesitaba descansar. Por la mañana y durante el día podía tomar teta cuando quisiera, pero que por las noches había que dormir. Al principio no estaba muy por la labor, pero rápidamente se hizo a la idea y aceptó la propuesta.

La primera noche antes de acostarnos de despidió de las tetas (sí, parece que tuvieran vida propia :D) y en los despertares su padre la pudo calmar sin demasiado problema. Se despertaba y preguntaba si era de noche, le decíamos que sí, y tras algunos mimos se volvía a dormir. A los dos días ya la volvimos a poner en el medio porque es más cómodo para nosotros, y además al hacer asumido que por la noche no había teta ya no había que ponerle ningún control ambiental.

Así han pasado algunas noches y muy bien, pocos despertares y con poca dificultad para volverse a dormir. Por el día ha seguido mamando normalmente, lo que sí he notado es que tiene más necesidad de estar conmigo, necesita que le dedique más tiempo y está más mimosilla. Me dice esos "mamá, te quieo muxo" que me dejan desarmada cada dos por tres.

Anoche fue algo más complicada. Ayer fue un día largo, me marché de casa al trabajo a las 7 y media de la mañana y no volví hasta las 21:30 de la noche. Emma no está acostumbrada a pasar tantas horas separada de mi y lo notamos en la noche. Se ha despertado más veces y de nuevo ha pedido teta llorando y enfadándose cuando le decíamos que de noche había que dormir. A las cinco de la mañana, ya agotadas he optado por volver hablar con ella. Nos hemos salido de la habitación y le he vuelto a explicar lo que ocurría y cómo íbamos a hacer las cosas y le he transmitido que se que para ella es un paso difícil. Se ha calmado, ha vuelto a aceptar la idea del destete nocturno y hemos vuelto a la cama. Se ha dormido sin teta y sin más despertares hasta la mañana siguiente.

Nos quedan muchas noches por delante, supongo que unas serán mejores y otras peores. Pero de este proceso he aprendido algo fundamental: cualquier proceso con nuestros hijos va a ser infinitamente más sencillo si les hacemos partícipes de ello, si se lo explicamos, si les escuchamos y a ser posible (con niños más mayores), si pactamos y negociamos con ellos.  Empezar, como hicimos nosotros, sin contar con ella únicamente nos llevó a pasarlo mal los tres.

Ver cómo mi pequeña está haciendo el esfuerzo tan enorme de dejar su teta por las noches porque yo lo necesito me emociona. Recuerdo cuando comentábamos en una reunión que la lactancia prolongada genera muchas situaciones en la díada madre-hijo en las que entrenamos el respeto por las necesidades ajenas. Ese aprendizaje es muy valioso tanto para nuestros hijos como para nosotras. Porque no debemos olvidar que la lactancia debe ser placentera para ambos y esto genera la necesidad de ir adaptándonos la una a la otra continuamente. Ahora disfrutamos de nuestra lactancia de otro modo, un nuevo cambio, una evolución. Aprendo de Emma cada día,  me parece una maravilla tener una hija tan especial y una pareja que se implica,  que forma parte de esta lactancia, que nos apoya, que nos ayuda y que nos da ese soporte fundamental cada día...y cada noche.

Por si queréis saber algo más sobre el destete nocturno, el plan padre etc os dejo un par de enlaces:

Ebook "Destetar sin lágrimas" de Pilar Martínez sobre el destete, tiene una parte del libro en la que habla sobre el destete nocturno. Ya os hablé de él en esta entrada.
Folleto de La Liga de la Leche sobre el destete (habla sobre el destete completo, no parcial como es el caso del destete nocturno). 



miércoles, 31 de julio de 2013

23 meses de lactancia


Ya estamos pensando en cómo celebrar los múltiples cumpleaños de la peque (una familia, otra familia, niños...) y me parece mentira que dentro de nada vaya a cumplir dos años. Dos años de lactancia.

Mi lactancia empezó en cierto modo unos meses antes de que naciera Emma, empecé a ir al grupo de lactancia de la Liga de la Leche al que actualmente sigo yendo. Allí empecé a ver a otras madres, los problemas que les estaban surgiendo cómo lo solucionaban... Fue el primer sitio donde vi a un niño mamanado, era una niña de unos tres años y me llamó muchísimo la atención. Bueno realment allí fue la primera vez en que me fijé realmente en cómo un niño mamaba, pocas veces lo había visto y cuando lo había hecho no presté demasidada atención a la mecánica del asunto. Cre que esos meses de incursión en el mundo de la lactancia y en el mundo de otras madres fue clave para que mis inicios fueran relajados. Pude aprender en la piel de otras madres que las griestas aparecen por algo y se puede solucionar, que los bebés recién nacidos pueden ser una pegatina de la mamá tooodo el día en la teta, que incluso a algunas no les daba tiempo ni a ducharse. Ese mundo rosa que te pintan en las revistas y la publicidad no era tal. Era mucho más humano.


Nació Emma y al principio todo era aprendizaje, ver si la postura estaba bien, cómo etaba ella más cómoda, cómo conseguir relajar mi espalda para no acabar contracturada perdida, tratar de adivinar si quería o no teta (solución sencilla, ofrecérsela). Eran tomas largas, en las que yo me perdía, la observaba, ella se dormía. Recuerdo esos principios como en medio de una neblina, pero lo que tengo claro es que disfrutaba mucho de mi recién iniciada lactancia, ella estaba bien, y yo me sentía genial alimentándola, teniéndo esos momentos tan nuestros. De hecho a veces con las visitas la teta era una forma genial de recuperar a mi pequeña de los brazos de los demás sin parecer una borde absoluta.

Pasamos el bache del absceso que ya conocéis. Tener claras las cosas, saber que quería superarlo y seguir disfrutando de esta lactancia hizo que pudieramos con ello. Con secuelas eso sí: meses de obstrucciones y perlas de leche en el pecho malo, miedo a que volviera a ocurrir,  ahora un pecho notablemente más pequeño que el otro por la destrucción de tejidos... Pero aquí segimos, estoy satisfecha de haber continuado con mi lactancia y plenamente consciente de que también habría sido lógico abandonarla en un momento como ese. Pero lo importante es que a pesar del dolor, de la desesperación por no encontrar un profesional sanitario que supiera relamente qué ocurría, es que yo tenía buen ánimo, y lo logramos.

A partir de ahí vi como Emma disfrutaba cada vez más de la teta. Santa teta que consigue que se duerma, que calma el dolor, que la alivia cuando está enferma, que ayuda a que se relaje en situaciones sociales nuevas y pueda disfrutar de ellas al ratito, que nos reconecta cuando vuelvo del trabajo. Sigue mamando por el día y por la noche, y no o imagináis la cara de felicidad que pone cuando está tomando teta, esas carreras por la cama en la hora de la siesta para llegar rápido rápidísimo a la teta, me encanta ese momento.

¿Problemas que nos surjen en este momento con la lactancia? Sobre todo esas noches en las que no se despega de la teta, que cuando intento sacársela de la boca se revuelve como si le quitara la respiración, y que por tanto yo descanso mál, muy mal, y me desespero al ver el despertador que va llegando a las 6 y media hora a la que me toca levantarme para ir a trabajar... Intentamos pasarla a su cama a ver si aguantaba allí al menos las primeras horas de la noche, pero fue un fracaso absoluto. Ahora estamos poniendo en práctica el plan padre. En vez de dormir entre nosotros duerme al lado d su padre, y es él el que trat de clamarla cuando se despierta, hay días que ha durado poco pero otros que ya aguanta con su padre hasta las 4 de la mañana, unas horas que a mi me dan la vida. Confío en que seguiremos avanzando y podremos descansar los tres.

Y bueno, un problema que ya me da bastante igual pero que cansa un poco es el de contestar la pregunta de... ¡¿Pero todavía le das teta?! Ver a Emma mamandoa llama la atención, como a mi me la llamó esa niña que vi en mis primeras reuniones, pero la gente no se calla o simplemente se interesa, sino que critican directamente incluso diciéndole cosas a la propia niña.Ya me he acostumbrado y suelo responder con evasivas o un poco más borde si se tercia, incluso a la gente que importa le doy una explicación de por qué hago las cosas. Me cansa, pero lo entiendo, a día de hoy culturalmente es extraño que mame a un niño "tan grande".Supongo que las cosas irán cambiando, o volviendo a su ser mejor dicho.

¿Temores que tengo ahora al respecto? La agitación del amamantamiento, nunca me ha ocurrido pero por testimonios de otras madres creo que debe de ser durísimo pasar por esos sentimientos encontrados... dudas sobre cómo será la lactancia si vuelvo a quedarme embarazada, si haremos tandem, cómo viviremos el destete, sobre todo si no puede ser un destete natural... Son etapas que viviremos o no, pero si llegan estoy convencida de que sabremos gestionarlas de la mejor forma posible. Porque tengo a mis comadres ahí y porque se a quien acudir si tengo cualquier duda, agobio, miedo... Más acertado no puede ser el lema de la Semana Mundial de la Lactancia 2013: Apoyo a las madres que amamantan: Cercano, contunuo y oportuno. Y para mi fundamental para llevar a cabo esta tarea de ser madre.


                                                 semana_lactancia_2013

domingo, 12 de mayo de 2013

Caries y lactancia nocturna II

Se que os debo una entrada sobre lactancia materna y caries, en la primera entrada que hice sobre este tema hablé de lo poco adaptativo que sería que la leche materna produjese caries, y quería elaborar otra en la que tratara las causas reales de las caries y de forma general qué podemos hacer como padres ante este problema. Quiero documentarme bien porque es un tema que se que os interesa, pero al final esto de dejar espacio a la vida 2.0 dentro de la 1.0 es difícil.  Así que de momento quiero difundir el artículo que ha elaborado Irene Iglesias Rubio, odontóloga del Centro dental E-boca en Segovia. Ella nos ha ayudado a muchas madres a comprender mejor el tema de las caries y la lactancia materna a través de las listas de correo de El parto es Nuestro, así que espero que disfrutéis de este artículo tan interesante, es un placer contar con profesionales como ella:




Lactancia Materna y Caries
Todos sabemos de los beneficios de la LM para la salud del niño, de la prevención de muchas enfermedades (diabetes, obesidad, asma…), además de la sensación de afecto y protección que proporciona al niño. También conocemos los beneficios sobre la madre, ya desde el mismo momento del parto pero también a largo plazo.
La OMS recomienda amamantar mínimo 6 meses y hasta los dos años, pudiendo prolongar la lactancia cuanto deseen madre e hijo.

Sin embargo, muchos profesionales consideran que las caries infantiles se deben a la “lactancia prolongada”, haciendo creer que esto es una moda, y que propicia el desarrollo de las caries de la infancia temprana. Muchos, de hecho, confunden caries de la infancia temprana con “caries del biberón” y para ellos es exactamente igual amamantar que dar el biberón.  
Vuelven la vista hacia el hecho de que el destete natural en la especie humana ocurre entre los 2 y los 7 años, y que todo lo que sea destetar antes de los dos años es un destete precoz. ¿Podría ser que en esta ocasión la naturaleza se haya equivocado? ¿Podría ser que la naturaleza provea de dientes a los niños y sin embargo la LM los destruya poniendo en riesgo la salud y la vida de los niños?

Fijémonos en los animales: ¿Hasta cuándo maman los animales? En su ambiente natural hasta que les parece oportuno. ¿Tienen caries los cachorros? No. Los veterinarios ven caries en animales cuya dieta se ha “humanizado”, con dueños que les proporcionan alimentos que no son propios para animales

Hablemos de las caries
Para encontrar una respuesta, veamos qué son las caries: llamamos caries al proceso destructivo del diente que tiene lugar como consecuencia de la desmineralización de la superficie dental. Esta desmineralización ocurre debido a que las bacterias se alimentan de los restos de glucosa que se quedan depositados sobre la superficie dental. Las bacterias metabolizan la glucosa y como producto eliminan ácidos, que son los que van destruyendo el esmalte, primero produciendo una mancha blanca, que se puede remineralizar, y luego penetrando ya en el diente. Por tanto para que haya caries tienen que concurrir varios factores:

  1. Que haya dientes: cuando aún no ha erupcionado ningún diente no se puede producir una caries. Aún así se insiste en que se limpien las encías con una gasita
  2. Que haya bacterias: sólo con que haya azúcar pegado en los dientes no se provoca caries. A un diente sumergido en un azucarero no le pasa nada. Pero las bacterias están, y no aparecen por generación espontánea: ¿de dónde proceden las bacterias que inician y hacen que progresen las caries? Pues de la madre y de los cuidadores: el hecho de probar la comida nosotros primero antes de dársela al bebé, el soplar la comida para que no queme y el dar besos en la boca al niño, sobre todo si la madre ha tenido o tiene caries activas en el último año está demostrado que es un factor de ALTO riesgo para la aparición de caries en niños menores de 3 años, ya que inoculamos involuntariamente las bacterias en la boca del niño.
    Por otra parte, las bacterias sobreviven de los azúcares que introducimos en la dieta: nuestra dieta actual está plagada de azúcares refinados que ni nos damos cuenta que comemos. Los alimentos con más de un 14% de azúcar son de ALTO riesgo de caries. Cuando un niño empieza con la AC ¿qué comenzamos a ofrecerle? Normalmente plátano, papillas, galletas, zumos. Todos estos son alimentos de alto riesgo. Los dientes recién erupcionados tienen el esmalte aún sin terminar de mineralizar, por tanto son mucho más susceptibles a los ácidos. En ese momento precisamente es cuando más debemos evitar el contacto directo con sustancia azucaradas como zumos.
  3. El tiempo durante el cual las bacterias están adheridas al diente es fundamental: no es lo mismo comer un donuts y luego un puñado de frutos secos que al revés. Los alimentos duros realizan una labor de arrastre y ayudan, junto con la saliva, a eliminar los restos más pegajosos. Terminar de comer con un pedazo de tarta no es lo mismo que con un trozo de queso. De la misma manera, no es lo mismo que el ataque de las bacterias tenga lugar 5 veces al día que 17. El tiempo en el que el riesgo es mayor son los primeros veinte minutos tras haber comido. En esos primeros  minutos es cuando hay que lavarse los dientes. Pero la frecuencia con la que nos expongamos al riesgo es importante, así como el tiempo de contacto, aumentado en alimentos más pegajosos.
  4. Y finalmente, los factores de resistencia individual del paciente como la cantidad de saliva (reducida en ciertas enfermedades, o con el uso de medicamentos como corticoides comúnmente utilizados para el asma), un esmalte deficiente de forma congénita, una anatomía irregular de la superficie dental y otras circunstancias individuales pueden predisponer al niño a tener más caries. Aquí la higiene dental, el aporte de flúor y la conveniencia o no de colocar selladores oclusales juegan el papel más importante, pues estas medidas está demostrado que disminuyen drásticamente el número de caries presentes.

Entonces, ¿qué papel juega en todo esto la LM?
Vamos a ver qué factores juegan a favor de la LM en cuanto a la boca:
  • Al mamar el niño aprende a respirar por la nariz, lo que hace que se estimule el crecimiento del tercio medio de la cara. 
  • La lactancia hace que al mamar la mandíbula se desplace hacia atrás y adelante, disminuyendo el retrognatismo mandibular fisiológico del recién nacido. 
  • Los bebés cuanto más tiempo son amamantados menos se chupan el dedo o recurren a chupetes: hay una relación inversa entre el tiempo de lactancia y los hábitos bucales nocivos.
  • El bebé es capaz de controlar la longitud del pezón, su flexibilidad y el flujo de líquido, cosa que no puede hacer con tetinas ni chupetes.

Y concretamente, en cuanto a la caries:
  • El pezón se coloca al final de la boca, en el límite entre paladar duro y paladar blando. No toca los dientes, cosa que sí sucede con los biberones. 
  • Si el pezón no es ordeñado no sale leche de forma continua. Aunque el bebé se duerma con el pezón en la boca, la leche no sigue saliendo. No se queda leche desbordando la boca. En el mismo acto en que el pezón se exprime, la leche es ingerida. Con el biberón sí existe ese riesgo, y de hecho es el mayor peligro. 
  • La lactosa es el azúcar que tiene la leche. Este azúcar se metaboliza en los dos monosacáridos que lo componen gracias a la lactasa, una enzima que se sintetiza en el intestino delgado. De esta forma en la boca no hay glucosa, las bacterias no obtienen glucosa de la lactosa en la boca, sino que la obtienen de otros azúcares como la fructosa. El riesgo pues es debido a la alimentación complementaria, no a la LM. En cualquiera de los casos, la lactosa es el azúcar menos cariogénico que existe. 
  • La leche materna contiene enzimas e inmunoglobulinas que inhiben el crecimiento de las bacterias que producen caries así que, de hecho, la leche materna previene la caries. 
  • La leche materna en realidad hace que se deposite calcio y fósforo en el esmalte. No causa una disminución significativa en el pH, al contrario de lo que piensan muchos dentistas. La leche humana no es cariogénica a menos que haya algún otro azúcar fermentable introducido por la dieta.
En un paciente que no mama, y más en los niños, el ver que el niño está “todo el día” comiendo induce a pensar que está sufriendo un ataque ácido detrás de otro. Al dormir disminuye la producción de saliva con lo cual el arrastre de restos de comida se reduce al mínimo, y de hecho cualquier resto se queda adherido al diente hasta la mañana siguiente. Esto supone aumentar muchísimo el riesgo de caries. El niño que se duerme sin cepillarse los dientes es el perfecto candidato para tener caries.  El dentista siempre ha de insistir en que hay que cepillarse los dientes antes de irse a dormir, tanto niños como adultos. 
Pero el niño que mama es diferente. No es un adulto chiquitito. No funciona igual. No es extrapolable. Si simplemente el único cambio en la conducta de la madre y el niño es suspender la lactancia, no va a mejorar ni a disminuir el riesgo de caries. Mamar por la noche no supone de ninguna manera el mismo riesgo que dejar el biberón colgado de la boca del niño por la noche.

Entonces ¿Por qué me hijo tiene caries? ¿Qué puedo hacer ahora?
Las caries aparecen porque el equilibrio entre desmineralización y remineralización se ha roto. La boca se ha convertido en un entorno ácido.  Hay que ver por qué. Hay que estudiar qué come el niño, cada cuánto, cómo están las bocas de sus padres y cuidadores, si come alimentos protectores contra la caries o no, y en cuyo caso introducirlos. Comprobar que la higiene bucal es buena y si es necesario aportar flúor en la pasta de dientes o en barnices o como sea mejor para él. Hay que estudiar muy pormenorizadamente todos los hábitos. Y mamar no es un hábito. Ni bueno ni malo. Mamar es una necesidad. Cuando se hayan controlado todos los factores externos anteriormente comentados, nos daremos cuenta que la LM no juega un papel decisivo en el inicio ni el desarrollo de las caries.

Es importante ser conscientes de que un niño con caries de aparición temprana (las que aparecen en menores de 3 años) es un niño con alto riesgo de caries, es decir, con riesgo de tener tres o más lesiones cariosas al año. Pero es más importante aún cuidar las piezas que no tienen caries, y de hecho eso es lo más fundamental, crear un entorno en la boca que permita que el resto de piezas libres de caries, incluyendo las que aún no han erupcionado, las definitivas, sigan libres de caries.
Irene Iglesias Rubio.
Odontóloga.
Nº Col. 40005606.
mastrotacuentos@yahoo.es


BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
  • Ramos-Gomez FJ, Weintraub JA, Gansky SA, Hoover CI, Featherstone JD. Bacterial, behavioral and environmental factors associated with early childhood caries. J Clin Pedi Dent 2002;26(2):165-73.
  • Brambilla E, Felloni A, Gagliani M, Malerba A, García-Godoy F, Strohmenger L. Caries prevention during pregnancy: Results of a 30-month study. J Am Dent Assoc 1998;129(7):871-7.
  • Ercan E, Dulgergil CT, Yildirim I, Dalli M. Prevention of maternal bacterial transmission on children’s dental caries development; 4-year  results of a pilot study in a rural child population. Arch Oral Biol 2007;52(8):748-52.
  • Isokangas P, Söderling E, Pienihäkkinen K, Alanen P.Occurrence of dental decay in children after maternal consumption of xylitol chewing gum: A follow-up from 0 to 5 years of age. J Dent Res 2000;79(11):1885-9. 
  • Köhler B, Andréen I, Jonsson B. The effects of caries preventive measures in mothers on dental caries and the oral presence of the bacteria Streptococcus mutans and lactobacilli in their children. rch Oral Biol 1984;29(11):879-83.
  • Erickson PR, Mazhari E. Investigation of the role of human breast milk in caries development. Pediatr Dent 1999;21(2):86-90.
  • Reisine S, Douglass JM. Psychosocial and behavioral issues in early childhood caries. Comm Dent Oral Epidem 1998;26(suppl 1):32-44. "

Eloísa en su blog "Una Maternidad Diferente" también ha querido compartir este texto y además añade algunos artículos más que pueden ser interesantes y referencias a otros blogs donde se trata este tema, os recomiendo visitarla en: Una maternidad diferente: Lactancia materna y caries.

miércoles, 17 de abril de 2013

D-MER: Reflejo de eyección de la leche disfórico

Hoy quiero hablaros de el D-MER o reflejo de eyección de la leche disfórico. Cuando el D-MER aparece la madre siente  justo al inicio de la subida de la leche, de forma abrupta un profundo sentimiento negativo (ansiedad, tristeza o incluso ira) que dura entre 30 segundos y dos minutos (hay diferencias entre las madres).  El D-MER  se da aproximadamente en un 10% de las madres que dan el pecho, sin embargo es un síndrome que se ha descubierto recientemente, sobre el cual apenas hay estudios ni información.

Imagino cómo será tener ese tipo de sentimientos  en todas las tomas sin entender por qué  ocurre y pienso que debe de ser muy complicado, precisamente por este motivo escribo esta entrada. Si puedo llegar a alguna madre que sufre o ha sufrido esto y no sabía por qué espero arrojar un poco de luz.

El D-MER es un síndrome puramente fisiológico, no tiene que ver con la depresión post parto, o con otro tipo de alteraciones del estado del ánimo, aunque en muchas ocasiones se confunda. El mecanismo es el siguiente: para que se produzca la eyección de la leche es necesario que suban los niveles de prolactina. La dopamina es un inhibidor de la prolactuina, por este motivo, es necesario que bajen los niveles de dopamina  para que se haya una subida de la leche. Este descenso de la dopamina no genera emociones negativas en la madre normalmente, sin embargo en el caso del D-MER sí hay alteración emocional. La hipótesis es que esta bajada de dopamina es demasiado fuerte o demasiado rápida.

Precisamente porque es un mecanismo fisiológico asociado a la subida de la leche el que desencadena estos sentimientos, no sólo se van a dar en el momento en el que se da el pecho al bebé, sino que puede ocurrir en cualquier momento en el que haya una subida de la leche: Cuándo escuchas a un bebé llorar, cuándo piensas en tu pequeño, cuándo te extraes leche... No tiene por qué ocurrir en todas las lactancias, hay casos en los que ha habido lactancias previas o posteriores sin ningún problema. Es inevitable tratar de controlar esas emociones negativas, un ejemplo que podemos ver en este artículo es el siguiente: Golpea tu rodilla, puedes ver cómo por reflejo tu pierna se mueve. Ahora concéntrate todo lo posible, di a ti misma que no vas a moverte. Vuelve a golpear tu rodilla, por mucho que lo intentes la pierna se va a mover. No sirven pensamientos positivos antes de dar el pecho u otros consejos que puedan darte si no conocen realmente cual es el problema, porque fracasarán y eso puede hacerte sentir aún peor. Como he dicho antes es puramente fisiológico y limitado en el tiempo, una vez que pasen esos primeros segundos los sentimientos negativos se habrán ido. Pero si la madre sabe por qué tiene esos sentimientos eliminaremos las culpas, la vergüenza, el agobio de tener estos sentimientos precisamente cuando amamantas a tu hijo, y ese ya es un gran paso.


Hay tres tipos de D-MER en función de la intensidad de los síntomas y su duración:
Leve: Normalmente remite de forma espontánea antes de los primeros tres meses de lactancia, los síntomas asociados son tristeza, melancolía, temor, desesperanza, sensación de vacío en el estómago. La madre en la mayoría de las ocasiones no suele buscar o encontrar ayuda.
Moderada: Remite de forma espontánea entre los 6 y los 12 meses. A los síntomas anteriores se añade la ansiedad, irritabilidad.
Grave: No remite de forma espontánea, en este caso el único tratamiento eficaz puede ser el médico. A la tristeza y la ansiedad se le une la emoción de la ira.


Respecto a soluciones, el mero hecho de saber qué es lo que está pasando o incluso poder contactar con otras madres que estén o hayan pasado por la misma situación puede suponer un gran cambio. En algunos casos como hemos visto remite espontáneamente pero en casos más severos se puede valorar  con el médico tomar bupropión que es un inhibidor de la recaptación de la dopamina compatible con la lactancia y que ayuda a regular este descenso de la dopamina, aunque aún no hay estudios que indiquen que esta mediación sea eficaz en todos los casos. La autora de la Web D-MER.org también menciona que el uso de la planta Rhodiola rosea ha ayudado a aliviar sus síntomas, de nuevo carecemos de estudios y en este caso en e-lactancia no hay información sobre si esta hierba supone o no riesgo para la lactancia. 


Un relato que me ha parecido muy descriptivo es el que hace una madre que cuenta que la sensación que le produce el D-MER es parecida a la que describe J.K Rowling en su famosa saga Harry Potter durante el ataque de un dementor "Cuando alguien recibe un beso de dementor, pierde su alma, el vacio se apodera de el; vivir pero caminar muerto en vida, esa es la sensación." Es muy duro asociar estos sentimientos a la lactancia, y si encima no sabes por qué te ocurre es aún peor por eso es tan importante la difusión.


- Os recomiendo leer este estupendo artículo sobre el D-MER en la web de Crianza Natural
-  D-MER: What is it?
- "Dysphoric milk ejection reflex, a case report" de Alia M Heise1 and Diane Wiessinger también es muy interesante.
- La web: http://d-mer.org tiene muchísima información, aunque en este momento no está activa espero que pronto vuelva a estarlo.

Y para terminar os dejo el enlace a un vídeo en el que se da información básica sobre el D-MER y además Alia M Heise autora de la web anterior y los artículos explica su experiencia.


jueves, 21 de febrero de 2013

Os presento... Destetar sin lágrimas

Muchas blogueras conoceréis a Pilar Martínez, autora del blog Maternidad Continuum, asesora de lactancia, farmaceútica, y como no, madre. Ya escribió hace tiempo el estupendo libro: Los 5 Pasos para Tener Éxito en tu Lactancia Materna y en diciembre publicó su segundo libro: Destetar sin lágrimas.


Yo aún no me planteo destetar a Emma, estamos felices con nuestra lactancia, pero he de reconocer que cuándo pienso ese momento me siento un poco perdida. Imagino que me enfrentaré a sentimientos encontrados. Por una parte felicidad porque mi peque cree y va evolucionando, mi cuerpo volverá a ser enteramente mio...  y por otra parte tristeza por perder esos momentos que ahora disfrutamos tanto, curiosidad por ver cómo va evolucionando nuestra relación que cada vez va siendo más amplia que la que marca la lactancia los primeros meses... Y sobre todo muchas dudas. Porque si ella se desteta sola, a mi seguramente me dará penilla, pero será más o menos sencillo. Pero si soy yo la que decido que quiero destetarla,  ya las cosas no son tan fluidas, habrá que "forzar el destete" y quiero hacerlo de la mejor manera posible. En este libro, Pilar nos va a dar consejos para este proceso, tanto si queremos hacerlo de forma parcial (destete nocturno, reducción de tomas...) o total.

Creo que es un momento muy delicado de la lactancia y en muchas ocasiones no se habla demasiado de él, así que os recomiendo este libro para poder vivirlo "sin lágrimas".

Por cierto, justo ayer se lanzó el libro en Amazon, y esta semana si lo compráis tenéis 10 bonos regalo, aquí tenéis más información.

Espero que lo disfrutéis, ya me contaréis si os ha gustado.

lunes, 17 de diciembre de 2012

La teta y los niños

Un día estaba dando el pecho a Emma cuando una niña de unos sies años más o menos me preguntó con los ojos como platos: ¿La bebé come piel? No tenía ni idea de que lo natural es que los bebés tomen teta. Ésta situación se ha repetido bastante frecuentemente, no con preguntas tan a lo The Walking Dead pero el asombro y la curiosidad entre los pequeños permanece.


Y esto no es extraño, por un lado, aunque estamos avanzando en este sentido,  no se suele ver a las madres dando el pecho en público. No estoy hablando de exhibirse, ni de hacer top less, que por cierto, creo que a las tetas playeras sí que están familiarizados...  Ahora han proliferado las salas de lactancia. No las demonizo,  mejor que acabar dando teta sentada en un water es desde luego, y para determinados momentos son muy prácticas.  Por ejemplo en  los inicios en los que necesitas tranquilidad o cuándo el centro comercial está saturadísimo y necesitas tu espacio, o simplemente porque te apetece. Pero puede dar la sensación de que dar de mamar algo que se debe ocultar, y eso es lo que no me hace gracia, es algo natural, y como tal debería de verse, niños incluidos.




Y ahora que se acerca la navidad, Reyes Magos y demás compra de juguetes, lo cierto es que casi todos los bebés vienen con su biberón de serie, hasta los animales bebés van con el fantástico accesorio de juego: "Mamá, vamos a dar biberón al pony" O_o ¿en serio? 

Hay una muñeca: Bebé glotón, que sí toma teta. Bueno, pezones con forma de flor... Algo que no comprendo muy bien, si lo que buscan es que se normalice la lactancia y se vea como algo natural quizás lo de las florecitas no tiene mucho sentido, pero bueno, eso ya es cosa mía que me echan para atrás bastante las muñecas que hacen de todo: comen, lloran, dicen mamá y hacen caca y pis, vamos a dejar algo para la imaginación de los niños ¿no? Pero bueno, es un intento de normalizar la lactancia, y como tal bienvenido sea.

De todos modos creo que el cambio, más que en los juguetes debemos de hacerlo nosotros, en la educación, en la forma de interactuar con los niños, en explicarles, dejarles que pregunten y mostrarles la realidad de la lactancia y de la crianza en general, con la participación de los niños incluidos, no solo niñas.

Y esto me parece muy importante, no porque sea determinante desde luego, yo he jugado con biberones y he dado teta, es verdad. Pero he necesitado un grupo de apoyo a la lactancia porque dar el pecho es en una gran parte un aprendizaje social, no es suficiente con el instinto.
No he visto prácticamente nunca amamantar hasta que nació la niña, y tenía un millón de dudas que además mi entorno más cercano no podía solventar porque no tenían ese conocimiento. Cónfío en que si la lactancia se normaliza, estos grupos de apoyo serán mucho menos necesarios, porque de verdad habremos aprendido en cierto modo antes de dar a luz, y cuándo nos enfrentemos por vez primera al momento de dar teta tendremos en nuestras redes cercanas apoyo suficiente para tirar adelante con su ayuda.

Espero que poco a poco los niños dejen de sorprenderse al ver un bebé mamando, porque significa de verdad que la lactancia se estará normalizando.

viernes, 24 de agosto de 2012

Caries y lactancia nocturna (I)

Últimamente leo en infinidad de sitios que la lactancia nocturna produce caries de la infancia temprana, escucho recomendaciones por parte de los destistas de que una vez que sale el primer diente lo recomendable es hacer un destete nocturno, con las consecuencias que ésto podría tener, puesto que eliminar las tomas nocturnas precozmente puede dar lugar a alteraciones en la producción, destete prematuro... Emma mama de noche. De hecho, sobre todo en las tomas de la siesta, creo que es su forma de reconectar conmigo después de estar separadas unas horas por trabajo. Y me preocupo por la salud dental de mi hija, así que decidí investigar un poco a ver qué sacaba en claro.

Antes de leer nada, lo que mi sentido común me decía era que no tenía mucho sentido que la lactancia produjese caries, puesto que no deja de ser una infección, y puede suponer la pérdida de piezas dentales, dolor, abscesos, dificultad para comer... es decir va en contra de la supervivencia de la especie. Y que algo tan natural para la especie humana, como la lactancia, incluyendo las tomas nocturnas, sea perjudicial para la supervivencia no me cuadra. Por selección natural los lactantes nocturnos deberían haber sido borrados del mapa, puesto que su adaptación al medio sería mucho peor que la de los niños que no mamaran de noche.

Así que me puse a investigar. Lo más parecido a rebuscar en nuestros antepasados es acercarnos a las tribus que no han tenido contacto con dietas industrializadas que incluyeran azúcares, harinas refinadas... De eso se encargó un dentista,.el Dr. Weston A. Price, encontrando que la presencia de caries en este tipo de tribus aisladas era prácticamente inexistente, pero sólo hacía falta una generación que se alimentara con productos industrializados para que aparecieran problemas dentales. Aunque el Dr. Price no habla de lactancia, estoy segura de que los niños de esas tribus sí mamaban, lo hacían de forma prologada y también durante la noche, como todos si les dejan.

Dos odontólogos: Brian Palmer y Harold Torney, se acercaron a tiempos prehistóricos centrando sus investigaciones en el análisis de cráneos humanos. Encontraron que en estos restos prehistóricos tampoco aparecen por norma general caries, como podéis ver en la foto.



Hay que tener en cuenta que el motivo por el cual se producirían caries a causa de la lactancia nocturna sería que  la leche se quedase en la boca del bebé, "bañando" los dientes. En este período se forman ácidos que desmineralizan el esmalte.
Ante esta afirmación, he encontrado dos apuntes interesantes.

Por un lado, la forma de un biberón y la de un pecho son distintas, en las imágenes a continuación podemos ver cómo el biberón queda mucho más cerca de los dientes y más cuándo el niño se duerme. Al dejar de chupar el biberón queda más afuera, y la leche sigue gotendo, de modo que sí  bañaría los dientes del bebé.



Sin embargo, cuándo estamos hablando de la posición de la boca y el pezón en la lactancia materna, hay dos puntos que difieren, en primer lugar, del pecho si no se está succionando, no sale leche, incluso muchos bebés se las apañan para succionar lo suficientemente despacio para que no salga leche, de forma que pueden estar en el pecho sin tener que estar comiendo necesariamente (toma no nutritiva). Es decir, desaparece ese goteo. Y además, cuándo el bebé está mamando, tiene muy abierta la boca, abarcando prácticamente toda la areola, llegando la punta del pezón prácticamente a la garganta del niño, así que de nuevo es muy difícil que quede leche materna encharcada en la boca del bebé mientras que duerme.



Por otro lado, si nos centramos en los azúcares de la leche materna, decir que la lactosa presente en la LM es un disacárido, es decir, está formado por dos moléculas, una de glucosa y una de galactosa, y está diseñada para que sea digerida y se rompa dando lugar a estos dos azúcares en  el intestino delgado, no en la boca. Por tanto estos azúcares no tienen nada que ver con los que encontramos en la leche artificial, zumos etc que sí son cariogénicos.

Además, recordad que la leche materna es un tejido vivo, y presenta ciertos componentes que se consideran protectores de la caries porque evitan la colonización temprana de la boca del niño por el streptococcus mutans, esta bacteria es la que provoca la caries.
- Lactoferrina: el una proteína que tiene actividad antimicrobiana (antibacteriana y antifúngica) por lo que es considerada un componente de inmunidad innata.
- Anticuerpos IgA e IgE:  juegan un papel importante en la protección de las superficies mucosas contra infecciones.

Buscando estudios, uno que me ha parecido muy relevante es éste de la revista Pediatrics: Asociación entre lactancia materna y caries temprana en los Estados Unidos. Tras evaluar a 1576 niños entre 2 y 5 años de edad, teniendo en cuenta diferentes aspectos como la alimentación, la higiene oral y caracteríaticas familiares, concluyen que no hay ninguna evidencia que indique que la lactancia, independientemente de su duración, se relacione con la aparición de caries temprana.

Sin embargo, hay niños que toman lactancia materna que sí tienen caries, en ocasiones con una destrucción del diente brutal. En la siguiente entrada, vamos a ver qué factores pueden influir en este problema.


jueves, 12 de julio de 2012

Recomendando: Una maternidad diferente: Frecuencia de las tomas basada en la evidencia y en la neurociencia (VSILM)

Hace unos días visité el blog Una maternidad diferente, espacio que ya anteriormente os he recomendado, sobre todo para temas relacionados con baby-led weaning. Hoy os traigo un pedacito de este blog, con permiso de Eloísa, su autora. La he querido compartir porque porque la información que da sobre la frecuencia de las tomas basada en la evidencia científica, es para mi fundamental y muy aclaratoria.

 Es frecuente ver a una mamá agobiada por la frecuencia de las tomas de su hijo, porque que su recién nacido está mucho tiempo al pecho, o al revés porque considera que come poco y se queda con hambre. Teniendo en cuenta cómo es el tamaño y el funcionamiento del estómago de un recién nacido podemos entender por qué es necesario potenciar la lactancia a demanda, que suele implicar tomas frecuentes, y olvidarnos de recomendaciones del tipo "cada tres horas" o "a demanda sí, pero no más de cuatro horas ni menos de dos". Recomendaciones que podrían incluso relacionarse con los famosos cólicos, reflujos por ir básicamente en contra de la fisiología del bebé... Y sobre todo debemos de tener en cuenta que la necesidad básica de un bebé es el contacto piel con piel. La cercanía con tu bebé (de día y de noche) va a ser muy importante para el establecimiento de la lactancia, el vínculo madre-hijo, y en definitiva para el desarrollo cerebral normal del niño, porque no estamos haciendo otra cosa que cubrir las necesidades básicas de nuestro cachorro. Sin más os dejo con esta lectura, espero que os resulte tan interesante como me lo ha parecido a mi:

Frecuencia de las tomas basada en la evidencia y en la neurociencia (VSILM)

Nils Bergman comenzó su intervención recordando que el contacto piel con piel es fundamental para mantener la lactancia materna, ya que permite qu esta suceda al proporcionar todos los estímulos que necesita el cerebro. El cuerpo de la madre es el habitat natural del bebé, donde el recién nacido no solo satisface sus necesidades sino que también estimula el comportamiento maternal de su madre, garantizando así su propia supervivencia.

Además, cuando el bebé está en contacto con la madre está expuesto a estímulos visuales, olfativos, táctiles, auditivos, pero también el sabor, el movimiento, etc. Todo ello es necesario para que ocurra el vínculo, pero también para fomentar el desarrollo cerebral. Por eso, Bergman afirmó que la lactancia materna es "un diez por ciento de nutrición y un noventa por ciento de desarrollo cerebral".

A la hora de tratar de averiguar cuál es la frecuencia ideal de las tomas para un bebé, hay que tener en cuenta toda esta información... (Sigue leyendo)

martes, 15 de mayo de 2012

El suplementador, ese gran desconocido

Suplementar. Qué frecuente es ¿verdad? Muchas mujeres comentan que están dando biberón además del pecho porque no tienen suficiente leche. Sabemos que los biberones afectan a la lactancia por dos motivos principales:

- Si se da el pecho a demanda (sin horarios, el tiempo que el bebé quiera de cada pecho, con la frecuencia que él lo pida, incluidas noches) el pecho generará la cantidad de leche que el bebé necesita. Cuánto más mame el bebé, más producirá la madre y así se va regulando la lactancia, si por cualquier motivo el niño necesita que aumente la producción estará uno o dos días mamando más frecuentemente hasta lograrlo. Si pensamos que el niño se está quedando con hambre y le damos un suplemento en biberón todo lo que tome de biberón lo va a dejar de producir el pecho, de forma que disminuirá la producción poco a poco: cada vez tomará más biberón porque llega un momento que de verdad necesite ese suplemento y la leche terminará por retirarse. 

- Por otro lado, sabemos además que no se mama igual de una tetina que de la teta. Sobre todo al principio combinar pecho y biberón puede provocar una confusión en el bebé. Del biberón sale leche prácticamente sin hacer esfuerzo, además debe succionar, no es necesario masajear con la lengua, que es como sacaría leche de un pecho, y la boca está mucho más cerrada. Hay niños que no tienen problemas y adaptan su forma de mamar según le des con el biberón o le des teta, pero en otros casos puede haber problemas de posición, el bebé cambia la forma de agarrarse al pecho y una posición inadecuada puede conllevar molestias durante la toma, grietas... Y además hay bebés que se acostumbran al flujo del biberón y se ponen nerviosos en el pecho porque les cuesta más sacar la leche, da cabezazos hacia atrás tironeando el pecho (es el movimiento que en el biberón les serviría para que fluyese mucha más cantidad de leche), se enfadan, lloran... Con lo que la madre percibe que hay un rechazo al pecho, aunque no sea así exactamente, con las consecuencias emocionales que ésto supone.

Por éste motivo, además de suplementar sólo cuándo realmente sea necesario (antes de hacerlo recomiendo consultar con una asesora de lactancia para asegurarnos de que sea así) sería importante conocer formas de hacerlo que no interfieran con la lactancia. Es bastante conocida, sobre todo los primeros días la suplementación con jeringuilla, con vasito, con cuchara... Pero si realmente necesitamos suplementar cantidades importantes estos métodos nos resultan poco prácticos. Perderíamos mucho tiempo si tuviéramos que dar por ejemplo 100 ml con una jeringuilla, incluso el bebé podría ponerse nervioso si tiene hambre. Una muy buena opción para suplementar es el suplementador o relactador. 

 ¿Qué es un suplementador o relactador?
Consiste en un recipiente donde vamos a poner la leche (materna o artificial) que va colgado al cuello de la madre. De este recipiente salen dos sondas cuyo extremo se coloca con un poco de esparadrapo al lado del pezón de forma que el niño al mamar succione a la vez del pezón de la madre y de esta sonda. Las hay de diferentes grosores para adaptar el flujo de leche que llega a la boca del bebé. 

¿Qué ventajas tiene?
La principal es que en cada toma se estimula el pecho de la madre a la vez que aportamos al bebé la cantidad de leche que necesite. Si realmente hay un problema de producción que no se solucione en dos días poniendo más al pecho al bebé y que comprometa la adecuada nutrición del mismo, este sistema es mucho más adecuado que un biberón, porque al estimular el pecho cada vez la mamá va a producir más leche, poco a poco irá tomando menos cantidad del suplementador y llegará un momento en el que podamos dejar el suplemento y tome únicamente teta. Además está la ventaja de que no perdemos tiempo en dar primero teta y luego biberón sino que hacemos la toma en un único momento. 

¿Cuándo se suele necesitar el relactador? 
- Prematuros cuya succión es demasiado débil y no estimulan adecuadamente el pecho o les cuesta mucho mamar, de ésta forma hacen menos esfuerzo.
- Madres de niños adoptados que quieren lactar. Sí es posible que haya lactancia sin embarazo.
- Madres que han tenido que interrumplir la lactancia por cualquier motivo y ha bajado su producción. O la ha desaparecido totalmente y quieren recuperarla (relactación). En estos casos es más difícil pero desde luego no imposible.
- Más frecuentemente casos de madres que han iniciado la lactancia mixta con biberones, su producción ha bajado y quieren recuperarla, pero el niño necesita ya demasiado suplemento como para simplemente prescindir de él.

¿Dónde puedo encontrarlo? 
Hay dos opciones: se puede conseguir en la farmacia, Medela lo comercializa como Sistema de Nutrición Suplementaria (SNS), es el que podéis ver en las dos imágenes anteriores. O se puede fabricar uno casero, simplemente necesitaremos una sonda finita, la colocamos en el biberón y de ahí al pecho sujeto igualmente con un poco de esparadrapo. Buscando por la red he encontrado este foro donde una mamá (Canelamama) explica cómo ha fabricado su relactador, tomo prestadas las imágenes que me parecen muy ilustrativas:






¿Cuánto tiempo estaré utilizando el suplementador?
No hay tiempos, ten paciencia, poco a poco irás viendo como cada vez el bebé toma menos leche del suplementador. Se retirará del pecho e irá sobrando cada vez más leche en el bote, no intentes forzar y reducir tú la cantidad de leche que vas poniendo en el suplementador. Lo que sí se puede ir haciendo, siempre observando que el bebé lo tolere adecuadamente, es ir disminuyendo el flujo que obtiene el bebé del relactador para que tome más del pecho, aunque lógicamente se alargarán más las tomas. Se puede hacer de dos maneras: utilizando una sonda más fina, o bajando la posición del biberón. De todos modos, mi recomendación es que si te planteas relactar, sería fundamental contar con la ayuda de una asesora de lactancia, porque es un proceso que puede resultar duro y ese apoyo y seguimiento del proceso es importante, es necesario hacer un seguimiento del peso del bebé, pañales mojados, cacas... 

Aquí tenéis más información sobre la relactación y la suplementación:


 



viernes, 4 de mayo de 2012

Diario de un absceso

Cuándo me dijeron que tenía un absceso en el pecho busqué información en internet, traté de enterarme a qué me enfrentaba, qué era lo que me iban a hacer...pero no encontré demasiada información, sobre todo de madres que hubieran pasado por lo mismo, así que aquí dejo la mi experiencia:

La lactancia con Emma empezó bien, y eso que los principios suelen ser duros. Se enganchó en el paritorio y ahí siguió, me subió la leche y ella se alimentaba perfectamente. Como mucho aguantaba una o dos horas entre tomas, pero como ya había oído la experiencia de otras madres y sabía qué era normal no me agobió especialmente tener a Emma tanto al pecho. Excepto molestias en los pezones los primeros días no tuve más problemas, Emma mamaba en buena posición y no me salieron grietas. Estaba encantada, superar los primeros días de lactancia sin dificultades no es frecuente. Sin embargo la cosa se torció cuando Emma cumplió un mes. Empezó a dolerme el pecho derecho, en un principio pensé que se había ingurgitado (ya me había ocurrido otras veces). Me puse calor, masajes y la niña en el pecho malo, pero no se resolvió como las ocasiones anteriores. Al día siguiente empezó la fiebre y me levanté con el pecho enrojecido. En fin, sabía que era mastitis y que probablemente necesitaba un antibiótico para quitar la infección, así que me fui al médico de cabecera. Lo primero que me dijo fue que tenía que ir pensando en retirarme la leche porque los antibióticos no le iban a ir bien a Emma. Yo sabía que ésto no era así, que hay antibióticos compatibles con la lactancia y que además el peor momento para destetar es justo durante la mastitis (es importante que el bebé drene bien el pecho para que se cure correctamente). Así que le dije que quería seguir con la lactancia, me puso mala cara y me recetó amoxicilina. Justo en ese momento empezó realmente el calvario. Una de las bacterias más comunes en la mastitis es el Staphylococcus aureus, resistente a éste antibiótico, y ese era mi caso. Vamos que al tomarlo lo único que ocurrió es que no sólo no mejoré sino que cada día estaba peor. Ahí empezó mi peregrinación por diferentes médicos, asesoras de lactancia...

Fui a la ginecóloga, que me dijo que continuara con el tratamiento del médico de cabecera, y me mandó una ecografía de pecho para descartar otras patologías. Imaginaros, la idea del cáncer de mama rondaba por mi cabeza, y si ese bulto.... y si... y si... tendría que esperar unos cuántos días hasta que me dieron cita para la ecografía. Yo no me quedé convencida con ésta opinión así que busqué otros profecionales que me pudieran atender de forma más específica.

Por recomendación de mi asesora de lactancia (Gracias Silvia) fui al 12 de Octubre dónde me atendió Concha de Alba (neonatóloga y asesora de lactancia) me cambió el antibiótico explicándome que el que llevaba tomando tantos días no me servía, y me hizo un cultivo de la leche. Me dió recomendaciones que ya conocía como calor local, masajes, poner a la niña frecuentemente a mamar, antiinflamatorios, descansar... Yo lo hacía todo, pero la fiebre alta, el agotamiento y sobre todo el dolor no cesaban, y cada vez tenía el pecho más inflamado. Empezó a salir la leche con pus cuándo me ponía el sacaleches, me di un susto enorme la primera vez que lo vi. Aunque por otro lado me daba ánimos, si sale el pus es porque se está drenando el pecho pensaba yo.

Llegó el día de la ecografía, sólo pensar en que me rozaran el pecho con lo que me dolía me daba pavor, fuimos allí y cuándo la ecografista vió la pantalla no pudo evitar poner cara de asombro. "- No me extraña que te duela tanto, tienes un absceso, espera que lo mida desde otra posición que en ésta no cabe entero en el monitor." ¡Imaginad mi cara! "- Tiene nueve centímetros de diámetro." Estaba alucinando, llevaba casi un mes enferma y después de tantas vueltas, tantas consultas ¡tenía un absceso más grande que una pelota de tennis! Me dijo que fuera pronto al hospital que era tan profundo que no quedaría más remedio que drenarlo en quirófano. Salí de allí con un miedo enorme. Por un lado por fin me decían por qué no mejoraba, pero por otro me iban a abrir la teta uffff. Nos fuimos para urgencias, yo estaba convencida de que ese mismo día me lo quitarían, pero cuándo me vieron me dijeron que "tenía que madurar" que no estaba lo suficientemente localizado y blando para poder drenarlo, y que el drenaje se haría en quirófano con anestesia general o sedación. Para mi significaba la vuelta a casa con un dolor enorme.

Pasaron tres días y yo no aguantaba más, volvimos. Me atendió la misma doctora y me dijo que ya estaba para drenar, me pasó al box y me dijo que me lo iba a pinchar un poco con una aguja para ver cómo estaba. Un poquito de lidocaína en spray y zas, pinchazo. Empezó a salir pus. La doctora dijo ¡uy qué bien sale! Lo hacemos aquí. Así que empezó a apretar el pecho para drenarlo. Después de ésto sólo digo que prefiero volver a parir (un parto como el mío claro) ya cuándo la vi coger el bisturí para agrandar la herida no me lo podía creer, me lo abrió, me inyectó agua oxigenada, más apretones, yodo, más apretones, me colocó el drenaje y por fin terminó la tortura. Porque eso había sido para mi, una tortura. Probablemente lo viví de ese modo porque para variar no me explicaron lo que iba a ocurrir, yo iba con la idea de que me iban a anestesiar, y sólo veía que realizaba una maniobra dolorosa tras otra sin que yo pudiera hacer nada, sólo esperar a que terminara. No hubiera sido tan difícil explicarme qué iba a ocurrir, lo que iba a hacer a continuación y eso creo que habría hecho que, aunque la intervención fuera igual de dolorosa, yo la hubiera vivido de otro modo.

La verdad es que cuándo me repuse de la intervención sentí un alivio enorme, ya no me dolía tanto ni mucho menos, y aunque el drenaje era aparatoso, no tenía color con lo que había estado sufriendo los días previos a la operación. Estuve ingresada tres días más con antibiótico. Me hicieron la cura diaria allí, y el resto de curas excepto la retirada del drejane las hacíamos nosotros en casa. Por si tenéis que pasar por ésto la cura consiste en inyectar por el agujero del drenaje agua oxigenada y apretar el pecho para que saliera. Al principio en mi caso me curaron con yodo, pero como Emma seguía mamando me lo cambiaron porque el yodo podía perjudicarla.

Tuve el drenaje puesto alrededor de una semana, luego se fue cerrando poco a poco y ahora apenas me queda cicatriz. Lo que sí ha ocurrido es que al destruirse tanto tejido de la mama ésta ha quedado más pequeña y además ahora tengo obstrucciones frecuentes en éste pecho porque los conductos lácteos también han quedado dañados en parte. Como ya lo identifico puedo actuar rápido y no tiene mayores consecuentias, seguimos con una lactancia ya bien establecida y satisfactoria.

Con ésto no quiero mostrar los horrores de la lactancia, al revés cuento mi experiencia porque considero que mi problema fue completamente evitable, hubo una mala praxis por parte de varios profesionales por los que fui pasando, y acabé desesperada. Ayer estuve en una reunión de La Liga de la Leche comentando precisamente ésto, y es muy común que se trate mal una mastitis (se receta un antibiótico sin hacer cultivo, sin verificar ni siquiera si se trata de infección) lo que desemboca en mastitis de repetición, subclínica o en el peor de los casos abscesos. Espero que mi experiencia sirva para si os veis en una situación similar podáis reclamar un buen tratamiento de la mastitis.

Aquí tenéis más información sobre obstrucción, mastitis y absceso.

Para terminar quiero agradecer a los profesionales que sí me atendieron estupendamente (Silvia de La Liga de la Leche, Concha de Alba, Gaia Zocchi) a los que prácticamente debo mi lactancia, si no hubiera estado apoyada e informada la habría abandonado quizás en la primera consulta del médico de cabecera.

domingo, 8 de abril de 2012

Teta con fecha de caducidad

Hasta ahora, la reacción al ver o saber que Emma tomaba lactancia materna solía ser positiva. Decían  frases del tipo: "con la teta se crían estupendamente", "no se ponen malos"... o simplemente no te decían nada, era lo normal.  Pero poco a poco las tornas van cambiando. Emma tiene siete meses y ya va empezando a chocar en mi entorno que siga mamando. La frase estrella: "tu teta ya no le alimenta". Se que es por falta de información, que realmente están convencidos de lo que dicen, pero ¿en serio piensan que yo voy a alimentar mal a mi hija por forzar la lactancia? Sigue siendo tan natural dar el pecho a mi hija como lo era hace unos meses, sigo teniendo la cantidad de leche que va necesitando Emma (también han surgido dudas al respecto) y es un alimento con la composición específica para ella que hace que la alimentación complementaria se vaya introduciendo tranquilamente, porque se que mi niña con la leche materna está cubierta y eso es lo principal.
Además en nuestro caso es aún más importante porque Emma es intolerante a la proteína de la leche de vaca, con lo que sinceramente no le veo ninguna ventaja a que deje de tomar mi leche para tomar leches tratadas sin ésta proteína (que por lo que me han contado saben y huelen a rayos), que además probablemente cuesten un ojo de la cara. Y eso sólo si miramos la parte nutricional del tema, porque además ahora mismo Emma disfruta tomando el pecho, sólo hay que ver su cara de satisfacción, le relaja, le ayuda a calmarse cuándo está sobreestimulada, le ayuda a dormir. En fin, sigue cumpliendo su función porque aunque les resulte raro, Emma es una lactante, y como tal hace lo que tiene que hacer: tomar teta.

martes, 13 de marzo de 2012

Anestesia y lactancia

Cuando das el pecho una preocupación que podemos tener al enfrentarnos a una intervención que requiera anestesia o sedación es si ésta es compatible con la lactancia. Una opción para estar segura al 100% de si el anestésico que se utiliza en tu caso es compatible con la lactancia es pedir que te digan exactamente la medicación que van a utilizar y consultar en la web e-lactancia, es un recurso que ha elaborado el servicio de pediatría del Hospital de Denia dónde podemos consultar la compatibilidad de cualquier medicamento, hierba  etc con la lactancia. En el caso de que no figure exactamente ese medicamento, puedes mandarles un correo electrónico con tu consulta.

De todos modos, en general podemos decir, que a priori ninguna anestesia va a afectar al bebé, por ejemplo:

- Anestesia local: Si tienes que ir al dentista o hacerte una pequeña intervención que requiere anestesia local, no hay problema, puedea amamantar justo después de la operación sin ningún problema. Hay mitos por ahí circulando de que los empastes son tóxicos y no debes hacértelos durante la lactancia. No tiene ninguna base, y lo único que conseguirías es acabar con la boca hecha polvo. Probablemente una infección con el chute de antibióticos que podría suponer sea peor para ti y para el bebé.

- Anestesia epidural: Me da hasta la risa cuándo me comentan que después de una intervención en la que se ha puesto anestesia epidural se ha recomendado no dar el pecho durante X horas. ¿Y las mujeres a las que se les pone anestesia epidural en el parto? En fin, es totalmente segura, no hay problema.

- Sedación y anestesia general: No hay problema para amamantar después de una sedación o de una anestesia general (si estás despierta es que tu cuerpo ya ha eliminado gran parte de la anestesia), no hay estudios que relacionen éstas tomas con algún problema en el lactante. Si la intervención se preveé larga, puedes dar el pecho justo antes de entrar a quirófano, y dejar leche extraida para que se la puedan dar durante la misma. De todos modos, sería conveniente advertir que estas amamantando para que lo tengan en cuenta para cualquier medicación que te vayan a administrar, o para que utilicen un desinfectante alternativo al yodo (en niños muy pequeños la exposición a éste desinfectante puede bloquear su tiroides y provocar un hipotiroidismo transitorio).

 Ten en cuenta también que si estás dando el pecho a tu bebé (en algunos casos incluso aunque esté con biberón) puedes pedir que ingrese contigo de forma que no haya interrupción en la lactancia. Cuándo ingresé por el absceso, Emma estuvo conmigo durante todo el ingreso, y pudiencdo hacer las tomas nocturnas sin problemas. Además, siendo tan pequeña le hubiera costado mucho estar tantas horas separada de mi. (Y entre nosotros... a mi también).


lunes, 27 de febrero de 2012

Banco de leche materna del Hospital 12 de Octubre

Ésta mañana he estado dándome de alta como donante en el banco de leche materna del Hospital 12 de Octubre, allí re recibe la leche donada por las madres, se procesa para poder dársela a los niños hospitalizados que no pueden recibir leche de su madre. He salido muy contenta, os cuento un poco su funcionamiento y cómo ha ido esta primera visita:

El banco de leche está en el servicio de neonatología, en la planta baja del edificio de maternidad,  puedes ir cualquier día en horario de mañana (de 8:00h a 15:00h) sin necesidad de pedir cita previa para darte de alta o para consultarles cualquier duda que puedas tener. Una vez que he llegado, me han explicado un poco el funcionamiento del banco, he rellenado algunos formularios sobre enfermedades, cómo fue el embarazo, hábitos de vida... Después me han hecho un análisis de sangre para descartar enfermedades como el VIH, hepatitis... y cuándo estén los resultados de éste análisis ya estaré oficialmente dada de alta como donante en el banco.

En el banco de leche tratan de facilitar lo más posible la donación, te dan un kit con las cosas necesarias para extraer, conservar y transportar la leche. En mi caso me han dado:
- Una nevera portátil pequeñita
- Un acumulador de frío para mantener la temperatura adecuada en el transporte.
- 10 biberones de cristal de 150 ml esterilizados. Los hay más grandes, pero yo de momento no me saco tanta cantidad como para necesitarlos.
- Algo de merchandising: una bolsa, un bolígrafo, una chapa y un imán.
- Bolsas para esterilizar el sacaleches en el microondas. Yo tengo en casa esterilizador, pero me han dicho que es más seguro esterilizar con las bolsas que me han facilitado, si lo se no me compro el esterilizador, que ahora es un trasto...
- Gorros y mascarillas para que la extracción sea más limpia y segura.
- Pegatinas que tengo que poner en el biberón con mi número de donante y dónde debo de poner la fecha de extracción.
Además me ha parecido entender que si no tienes sacaleches ellos te facilitan uno, yo tengo uno así que no lo he necesitado.



Una vez que te sacas la leche debes de congelarla inmediatamente después de la extracción, no puedes acumular leche a lo largo del día. Al ser para los prematuros y niños enfermos hay que tener más precauciones que cuando la sacas y la conservas para un niño sano. Una vez que la extraes y la congelas puedes tenerla en casa hasta 15 días. No hay un mínimo de leche para donar, desde luego que cuánto más mejor, sobre todo porque analizarla tiene unos costes. Tampoco hay obligación de donar cada cierto tiempo, lo que puedas llevar estará bien, sin agobios. Recomiendan empezar la donación cuándo la lactancia esté establecida.

Para llevar la leche se puede hacer cualquier día de la semana a cualquier hora. Y no es necesario que vayas tú, cualquiera puede acercarla. Si vas en horario de mañana para no perder tiempo en aparcar puedes llamar para decir que vas a ir, indicar lo que necesitas (más biberones, bolsas para esterilizar...) y ellos cuándo les digas que estás allí salen a la entrada y haces el intercambio al más puro estilo Macauto. Se agradece que te faciliten el proceso la verdad.

En fin, me ha parecido un servicio muy bien montado y necesario. Cómo me decía una enfermera que está con los pequeñitos, a los niños les viene mucho mejor la leche materna que la artificial, y algunos son tan pequeños que no son capaces de mamar y hay que alimentarlos con sonda, entonces las mamás tienen que sacarse la leche para mantener la producción, y ésto no es sencillo. Además de que el estado de estrés en el que deben de estar al tener un bebé ingresado no facilita precisamente que ésta producción sea alta. Así que ésta ayuda es muy importante. Da gusto ver cómo en los hospitales se llevan a cabo proyectos de éste tipo.

Los datos de contacto del banco de leche son:
Teléfono: 913908811
Email: bancodeleche.hdoc@salud.madrid.org

Aquí os dejo algunos enlaces interesantes con más información sobre los bancos de leche materna.
Asociación española de bancos de leche materna. Aquí tenéis información sobre dónde hay otros bancos de leche materna.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Obstrucción

Ayer estaba en el trabajo cuando noto que el pecho izquierdo tenía un bulto molesto en la parte externa, hacia la axila. Ufff malo malo, me puse el sacaleches y aquello no se deshacía. Necesitaba a la experta. Trajo su padre a Emma al trabajo a ver si poníendola a mamar lo resolvíamos, pero ni siquiera ella pudo quitarlo de primeras. Tenía una obstrucción, hacía tiempo que no me pasaba.

Se produce cuando un conducto lácteo se obstruye (por ejemplo por la grasa de la propia leche) y queda la leche acumulada, lo que notas es un bulto doloroso en alguna zona de la mama. Si no hay fiebre de más de 38ºC ni está roja la parte del pecho, probablemente sea sólo una obstrucción, si se complicara podría ser una mastitis.

Cuándo llegué a casa empecé a "atacar" la dichosa obstrucción. Los pasos básicos son:

- Poner a Emma a mamar frecuentemente de ese pecho, a ser posible colocando su barbilla orientada hacia la zona donde se ha producido la obstrucción, porque la parte del pecho que está debajo de su barbilla se drena mejor. En mi caso posición de balón de rugby, como la de la imagen.

- Aplicar calor, yo he utilizado una manta eléctrica, el calor de la ducha y un paño mojado en agua caliente con un poco de sal para bajar la inflamación.

- Dar masaje suave desde la zona externa del pecho hacia el pezón para favorecer el drenaje de la leche acumulada. Se puede utilizar también un cepillo blando para hacer el masaje, yo lo hice con la mano poniendo un poco de aceite en el pecho para que fuera más cómodo.

- Antinflamatorios, los hay compatibles con la lactancia como el ibuprofeno, además de bajar una posible inflamación que podría también favorecer ésta obstrucción, calman el dolor.

Parece que ésta mañana ya no tengo bulto, sí la zona del pecho algo inflamada y dolorida, pero bueno, de momento una más superada.