viernes, 22 de noviembre de 2013

Casi como en el vientre materno

Circula por internet este vídeo tan tierno, es el baño de unos gemelos que realiza Sonia Rochel, una auxiliar de puericultura de la Clinica de la Muette en París. Ya vi un vídeo hace tiempo en el que bañaba a un bebé y aluciné. Pero observar cómo interacctan y se tocan estos hermanos me ha encantado. De algún modo el sonido del agua, la temperatura, la quietud hacen que estos pequeños casi vuelvan a estar por unos minutos en el vientre de su madre. en una absoluta relajación.


Al igual que este baño hay otras muchas cosas que podemos hacer para que la transición del bebé del útero al mundo ajetreado en el que nos movemos sea progresivo. Darles una bienvenida pausada creo que es importante para ellos. Probad a poneros en su piel:  frío, ruidos, sensaciones corporales que desconocían, dolor... En muy poquitos meses querrán comerse el mundo, pero los inicios yo creo que cuanto más tranquilos y graduales sean, menos estrés sufrirá el pequeño y ese bienestar estoy convencida de que se va a traducir en menos cólicos, menos llantos, mejor sueño etc...

Algunas situaciones relajantes que podemos brindar a nuestros pequeños pueden ser:

El piel con piel: Se habla mucho del piel con piel justo después del nacimiento de bebé, para favorecer su termorregulación, la lactancia, para superar el trance del parto... Infinitos beneficios tanto para el bebé como para la madre. Pero yo no me quedé únicamente en ese momento, durante mucho tiempo en las siestas  el piel con piel era sagrado. Ahora lo hacemos para bajar la fiebre, cuando está nerviosa, o simplemente porque sí . Las dos calentitas, escuchando la respiración la una de la otra, apoyada en mi pecho, con el sonido de los latidos de mi corazón, es un momento muy especial.

El porteo, tanto por el recogimiento que supone estar en un portabebés, la cercanía con el porteador, el bamboleo rítmico que generamos al caminar. Para Emma era y en muchas ocasiones sigue siendo casi hipnotico. Era meterla en la bandolera, y dormirse al poquísimo rato. Incluso lo hemos utilizado en casa para ayudarle a relajarse en los momentos en los que la veíamos más estresada. A día de hoy, mi madre por ejemplo si quiere que se duerma la mete en la mochila, y aunque ya no es tan inmediato como era cuando nació, si la niña está cansada no tarda en caer.

Evitar que las visitas sean bruscas con el bebé. No se muy bien por qué hay gente que trata a los bebés pequeñitos como si fueran muñecos. Parece que cuanto más a la ligera los trates más experto eres en bebés o algo así. Les hablan fuerte, les agitan... Y eso está estupendo en cuestión de unos pocos meses, ellos podrán disfrutar de esos juegos. Pero al principio lo único que logran es estresarlos. Respetar su sueño, su quietud para mi es fundamental. Recuerdo una anéctoda que me contaron en la cual una madre, al llegar las visitas a ver a su hijo, le despertó dando palmadas, porque claro, se tiene que acostumbrar a la gente. Y la persona que me lo contaba lo hacía admirado, con un pensamiento del tipo: "Qué madre más guay que  no es nada tiquismiquis con el niño como otras madres que no dejan que ni les soples". Pues a mi me parece que las prioridades ahí no son precisamente agradar a las visitas, adultos supuestamente maduros, sino el bienestar del niño. No hace falta que esté en una urna, con poner un poco de sentido común debería bastar.

Colecho: Que ellos te sientan cerca también por las noches para mi es fundamental porque pasar de estar rodeados las 24 horas a estar en una cuna muy sencillo no debe de ser. Colechar con Emma, además de agradable tanto para su padre como para mi, y de permitir que no nos queramos morir de sueño durante el día, creo que está sentando unas bases de seguridad en la niña importantes. Es cierto que es pequeña aún, pero no hay miedos por la noche, apenas se despierta más que para mamar, y como sus necesidades se cubren rápidamente no llega a desvelarse y llorar.

Aunque no es todo felicidad, hemos pasado muchos meses en los que ha tenido muchísimos despertares, sobre todo conicidiendo con hitos en su desarrollo, como el gateo, andar, lenguaje o simplemente días alterados. Pero poco a poco se va normalizando. Incluso en alguna ocasión ha dejado caer que quiere dormir en su cama, aunque a la hora de la verdad aún no ha dado el paso.

Hablarle, cantarle, mecerle. Caso nos sale por instinto, como una especie de mantra innato. El contacto con ellos me parece fundamental, por eso la lactancia a nivel emocional es tan importante. Y si no, el biberón dado muy pegaditos puede cubrir de algún modo ese aporte. Lo malo es que parece que el biberón se lo puede dar hasta la vecina que pasaba por allí porque le hace ilusión...

¿Se os ocurren a vosotros otras formas de favorecerles el paso del vientre al mundo?


3 comentarios:

  1. El vídeo es precioso. Ojalá todos los bebés tuvieran la oportunidad de llegar al mundo de esa manera tan amorosa. Todo lo que sea piel con piel, creo que ayuda, igual que el masaje infantil.
    Un beso.

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    1. Es verdad, se me olvidaba el masaje infantil, es un recurso genial :)

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  2. Hola!! Te he nominado a los Liebster Awards, participas??

    http://albafarah.blogspot.com.es/2013/12/liebster-award.html

    un beso: Om Yana

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